“Ya tengo mi cromo Diamante, pero todavía me falta el normal; lo tengo que seguir buscando”. Take Kubo lanzó este SOS en una entrevista concedida al programa Kirol Gaua de Radio Euskadi. Ha tenido que ser Julen García, más conocido por el niño que besa el escudo a hombros de su aita en el célebre vídeo de la despedida que le tributó la afición al equipo cuando iba a disputar la final de la Copa, quien acudió al rescate para entregarle el ansiado cromo en el acto en el que premiaron al japonés este martes como el mejor jugador del equipo en el mes de febrero.
El nipón se mostró encantado y agradecido con el detalle del joven hincha txuri-urdin y tuvo el detalle de firmarle de forma especial una de las tarjetas con su fotografía que le había preparado el propio club.
Kubo no podía ni imaginarse la desorbitada cantidad de gente que hacía cola en el BM del centro de Lasarte-Oria con mayoría de niños pequeños, muchos de ellos ataviados con su camiseta con el 14 y su nombre a la espalda. Incluso una niña tuvo la delicadeza de entregarle una carta de agradecimiento y apoyo escrita en japonés.
Take Kubo, una estrella en el supermercado