La comparativa con lo sucedido durante la historia reciente de la Liga sirve para calibrar la buena situación que vive la Real Sociedad en el campeonato. Pero analizar la trayectoria txuri-urdin pasa también por cotejarla con andaduras pasadas del propio equipo blanquiazul en temporadas de éxito. En este sentido, los números diagnostican igualmente una coyuntura clasificatoria envidiable que cabe aprovechar.
Tras los últimos resultados cosechados por el equipo, el gran objetivo debe consistir en acceder a una Champions que no acoge a la Real desde hace diez años. Los txuri-urdin, en la segunda y última temporada de Montanier (2012-13) a los mandos, fueron cuartos y se clasificaron para la máxima competición continental. Y lo hicieron después de firmar una gran segunda vuelta, ya que a estas alturas del curso ocupaban la séptima plaza con 25 puntos. Es decir, diez menos que la actual Real de Imanol.
El propio técnico oriotarra subrayó el sábado, después de ganar al Athletic, que el equipo se ha acostumbrado ya a figurar en puestos altos cuando el campeonato se acerca a su ecuador. “Aunque no con tantos puntos”, matizó de forma acertada. Su escuadra era sexta con 28 puntos (2019-20), sexta con 29 (2020-21) y quinta con 29 (2021-22) en el momento actual de la Liga, antes de conquistar sendos billetes para la Europa League. En este punto del campeonato, la presente Real ha hecho más camino que durante los últimos cursos, superando una barrera, la de los 30 puntos, que recientemente solo ha podido ser burlada ahora (35) y en la recordada campaña 2002-03 del subcampeonato (37).
La dificultad de este logro se ve avalada también por los 29 puntos que, tras 17 jornadas, sumaban otros equipos txuri-urdin de andaduras positivas. Los tenía la Real de Jagoba Arrasate en la Liga 2013-14, saldada finalmente con séptima plaza. Y los tenía igualmente la Real de Eusebio durante una temporada 2016-17 que concluyó con el milagroso gol de Juanmi en Balaídos (sexta posición final).