El Sturm Graz ha podido reanudar este lunes los entrenamientos, tras el brote de covid en el plantel que obligó a cesar la actividad durante diez días. El director deportivo del club, Andreas Schicker, ha indicado que la situación vivida ha respondido en parte al encuentro de la Europa League que el equipo jugó en Donostia contra la Real Sociedad. "Fue un duelo muy intenso, jugado en un clima fresco y húmedo, lo que debilita el sistema inmunológico".
El primer positivo en el Sturm Graz fue el del lateral bosnio Gazibegovic, baja en Anoeta, a donde no llegó a viajar. Después llegó el del delantero Yeboah, detectado en Donostia y que obligó al ghanés a permanecer confinado en un hotel de la capital guipuzcoana. Y después se produjeron más casos sobre los que el club no informó. El partido de liga ante el Altach, tres días después del jugado contra la Real, quedó suspendido.
"Hemos tenido casos de diferente tipo. Ha habido jugadores positivos que no han sentido absolutamente nada y que están sorprendidos. También los ha habido que han sufrido síntomas similares a los de una gripe. No hemos tenido ningún caso que se haya complicado", ha declarado Schicker.
Los medios austríacos informan de que en torno al 75% de los futbolistas de la liga local están vacunados, pero que dicha tasa es menor en la plantilla del Sturm Graz. "Ofrecimos en su día cuatro citas de vacunación distintas. Fueron parcialmente aceptadas por los jugadores y parcialmente declinadas. Entiendo absolutamente que un jugador diga que no quiere ser vacunado. No puedes obligar a nadie a vacunarse", señala Schicker.