donostia – La crisis Isak comienza a adquirir tintes dramáticos. Su sequía goleadora no parece encontrar fin. El viernes se cumplen tres meses desde la última vez que marcó en Liga, un tanto además que no sirvió de mucho porque el Villarreal no tardó en remontar y llevarse los tres puntos. En total son ocho dianas las que lleva el sueco, un registro absolutamente insuficiente para su potencial y las expectativas que tenían puestas en él tanto el club como la afición. Se reparte en cuatro en Liga (como Aritz Elustondo, segundos máximos realizadores tras Oyarzabal), tres en la UEFA y uno en la Copa. Otro dato inquietante es que solo tres goles han servido al equipo para llevarse la victoria: el que logró en Graz con la colaboración inestimable del portero, el primero que los realistas anotaron en Vigo, en la noche milagrosa de Ryan, y el que abrió la cuenta en la eliminatoria copera frente al Leganés (única diana que ha materializado en este fatídico 2022 que lleva).
Imanol ha pasado en solo un año de frotarse las manos por la explosión de Isak, como reconoció en vísperas de visitar Getafe y afrontar la ida ante el Manchester United en Turín: "Lo he hablado más de una vez con él. Yo estaba contento con su rendimiento, pero no tenía suerte de cara a gol, aunque ocasiones tenía. Así que estaba tranquilo, pero él estaba enfadado porque no llegaban los goles, y más si cabe ser delantero, aunque estaba muy contento con su trabajo, y me alegro una barbaridad ahora porque está teniendo éxito. Todos los delanteros disponen de ocasiones de gol, y eso es muy importante. Si llega a estar un poco más efectivo, estaría peleando con Luis Suárez por el pichichi, y ellos lo saben". A confirmar doce meses después que el delantero está sufriendo su particular infierno interno: "Está bien, pero fastidiado, enfadado y rabioso, como lo estaría cualquier otro delantero que ha tenido oportunidades. Yo le veo súper motivado por lo que tiene enfrente; demostrar en esta última fase el nivelazo que tiene". Para ratificar que no tiene ninguna duda sobre su recuperación: "Yo no las tengo, él tampoco y sus compañeros, tampoco. Le veo bien, dolido, pero como tiene que estar", declaró.
El caso es que Isak no acaba de recuperarse. El pasado domingo no se puede decir que completara un mal encuentro, porque colaboró con tres pases magníficos (dos a Merino y uno a Portu), pero siguió sin aportar en el gol, que es su máxima responsabilidad. En las dos ocasiones claras que dispuso, en una nos hizo recordar que atesora una calidad superior con un taconazo majestuoso que no entró porque lo cortó a la desesperada Laguardia; y en la otra demostró que no tiene el colmillo retorcido y que le falta instinto asesino al cabecear de forma muy defectuosa un servicio con música de Portu. El caso es que, a pesar de su sequía, la afición txuri-urdin mantiene su incondicional cariño y apoyo consciente de que es uno de los grandes héroes del título de Copa que ha pasado a la posteridad.
En Suecia no parecen excesivamente inquietos por la falta de puntería de Isak cuando solo falta una semana para afrontar la semifinal ante Chequia de cara a lograr la clasificación para al Mundial. Como la otra semifinal la debían disputar Polonia y Rusia, la primera se clasifica directamente para la final a partido único por la eliminación, ratificada ayer por la UEFA, de la segunda por la invasión de Ucrania. El hecho de que Suecia prefería renunciar a luchar por su pasaporte al Mundial que tener que enfrentarse a los rusos, en lo que supone la primera vez que toma una decisión política de tal calibre en el deporte, ha centrado el interés de los medios nórdicos, que no dedican ningún espacio a la falta de acierto de su máxima estrella.
A Isak le quedan diez partidos para intentar no confirmar sus peores números desde que recaló en Donostia. En su primer curso anotó 16 y la campaña anterior subió a 17, pero en esta se ha estancado en 8. En lo que respecta solo al campeonato de Liga, en su estreno se quedó en 9 y la pasada firmó sus 17 en el torneo de la regularidad. Nunca es tarde si la dicha es buena y si sus goles permiten la clasificación a Europa por tercera vez consecutiva. Isak está a tiempo. Se le espera.
En total lleva hasta la
fecha ocho goles en las
tres competiciones, lejos
de los 16 de su primer año
y de los 17 del segundo