Take Kubo ya se encuentra en modo Mundial. Después de reaparecer aparentemente de forma precipitada en Sevilla por la lesión de Carlos Fernández, el club le ha dado permiso para que abandone Zubieta, no participe en el partido de la Copa del Rey ante el Cazalegas y se incorpore a la concentración de su selección. Se lo merece, la despedida llevo implícita un mensaje de agradecimiento.
En el partido del Sánchez Pizjuán no habían pasado ni diez minutos de partido cuando el sevillano, que regresaba a casa, notó un pinchazo y se vio obligado a pedir el cambio. Como Imanol no tenía muchos recursos y pese a que el hombro de Kubo no parece estar bien del todo, no tuvo más remedio que recurrir al japonés para asaltar una de las plazas más exigentes de la Liga.
“Take quiere jugar el Mundial pero dejando a la Real con 26 puntos y jugando con la Real”, declaró el oriotarra en la previa del duelo. Pero la realidad es que no lo veía tan bien como lo confirma que en el que entró en el once fue Silva, mientras Kubo se sentó en el banquillo. Durante el encuentro, en varios lances, se comprobó en varios momentos que no se sentía con confianza e incluso se tocó el hombro. Confiemos en que el nipón se trate convenientemente en la concentración de su selección y pueda estar al 100% para el estreno en Catar en el duelo ante Alemania que se disputará el miércoles 23 de noviembre a las 14.00 horas.
A día de hoy y salvo sorpresa mayúscula, todo parece indicar que será el representante del tercero en la Liga en la cita de Catar.