Los colchones de puntos están para utilizarse y pueden consumirse en un visto y no visto, pero verse remontado en la clasificación por el rival directo de turno (cosa que de momento no ha sucedido este curso) tampoco tiene por qué significar el final de la batalla. Ahí está el ejemplo de, precisamente, la última ocasión en que la Real Sociedad consiguió clasificarse para la Liga de Campeones. Sucedió en el curso 2012-13, una temporada durante la que, en líneas generales, el equipo fue de menos a más, pero en la que costó igualmente nadar hasta la orilla.
Uno de los partidos cumbre de aquella campaña fue el de la 33ª jornada en Anoeta contra el Valencia. Faltaban solo seis encuentros y la Real, cuarta, aventajaba en dos puntos al cuadro che, entrenado por Ernesto Valverde. El encuentro resultaba crucial, y los txuri-urdin consiguieron sacarlo adelante (4-2) para dar un importantísimo paso al frente. Ya con únicamente cinco encuentros por disputarse, la renta blanquiazul era de cinco puntos más average. La Champions parecía encarrilada.
Sin embargo, el propio Valencia completó un pleno en sus cuatro partidos posteriores, venciendo a Osasuna (4-0), Rayo (0-4), Getafe (0-1) y Granada (1-0). Los de Montanier, mientras, solo sumaron cinco puntos de doce posibles durante este tramo del campeonato, lo que les llevó a afrontar en desventaja la última jornada. Debían ganar al Deportivo en Riazor y esperar a que su adversario directo no lo hiciera en el campo del Sevilla, carambola que terminaría cumpliéndose.