donostia – La Real consiguió el jueves en Leipzig el objetivo con el que había viajado a tierras alemanas. Aseguró Imanol Alguacil que la meta de su equipo en el Red Bull Arena residía en traer viva la eliminatoria al estadio de Anoeta, y así sucedió tras el 2-2 final, un resultado que da pie a rescatar las estadísticas europeas del recinto donostiarra. Durante sus 29 años de historia, ha albergado hasta la fecha tres encuentros de vuelta de confrontaciones continentales, y todos se han saldado con clasificación txuri-urdin. Ahora se trata de conservar la próxima semana el 100% de efectividad y ampliar a cuatro la nómina de éxitos. No será fácil.
El rival demostró, más allá de encontrarse con un contexto adverso y bien trabajado por la propia Real, que acredita potencial para opositar a la victoria en el partido de vuelta. Durante el mismo deberá desmentir, eso sí, el historial de un campo en el que ya hincaron la rodilla Sparta de Praga, Dinamo de Moscú y Olympique Lyonnais, en circunstancias más o menos similares. El cuadro guipuzcoano ganó ya a domicilio a checos (2-4), rusos (2-3) y franceses (0-2), para confirmar luego el pase ante su afición. La diferencia ahora estriba en que la ida se saldó únicamente con empate (2-2), y en que los goles a domicilio han dejado de tener valor doble en caso de igualada.
otoño del 98 A Anoeta le costó conocer Europa. El primer pasaporte txuri-urdin en el recinto de Amara se consiguió con motivo de la quinta temporada tras el traslado desde Atotxa: la mudanza se completó en verano de 1993, y los entonces dirigidos por Bernd Krauss concluyeron terceros la Liga en 1998. Así, disputaron la Copa de la UEFA 1998-99, en cuya primera ronda se vieron emparejados con el citado Sparta de Praga. En la capital checa y tras adelantar Kovacevic a los guipuzcoanos, la Real tuvo que remontar un momentáneo 2-1 adverso. Lo hizo con goles de Aldeondo, Kovacevic de nuevo y De Pedro, dibujándose un 2-4 final confirmado luego en Anoeta con un 1-0 (diana del ariete serbio).
En la siguiente ronda, el rival fue el Dinamo de Moscú. En la ida, la Real arrancó de modo fulgurante y para la media hora de encuentro ya ganaba 0-3, con tantos de Kovacevic (2) y De Pedro. El 2-3 con el que concluyó el partido añadió algo de emoción a la eliminatoria, pero luego un rotundo 3-0 en Donostia acabó con cualquier atisbo de incertidumbre. El enrachado goleador balcánico, con dos dianas, y De Paula firmaron la victoria, iniciándose entonces una travesía del desierto de quince años sin partidos europeos de vuelta en Anoeta. La Champions 2013 implicó el regreso de los mismos, mediante el recordado 2-0 al Olympique Lyonnais col gol maradoniano de Vela. Griezmann y Seferovic ya habían encarrilado la confrontación en tierras galas.
empate a todo El 2-2 con el que la Real volvió ayer de Leipzig significa un botín positivo para sus intereses, pero al fin y al cabo muy distinto a los obtenidos en Praga, Moscú y Lyon. Entonces se ganó, y entonces los goles a domicilio computaban doble en caso de empate. Así, el Sparta aterrizó en Anoeta obligado a marcar tres dianas. El Dinamo y el Olympique, mientras, debían marcar dos. Ahora, en cambio, el duelo con el conjunto de la Red Bull llega a Donostia empatado a todo, debido al cambio en la normativa. El mérito de la Real reside en haber conseguido convertir una confrontación a ida y vuelta en una eliminatoria a partido único que se resolverá ante la parroquia blanquiazul. No es poca cosa.
Con un importante derbi de por medio, mañana domingo en San Mamés, queda ahora la incógnita sobre cómo planteará la Real el próximo jueves el decisivo duelo de vuelta ante el Leipzig. En Alemania, Imanol pensó en un registro más conservador y menos expuesto que impidiera al rival explotar sus virtudes: el juego rápido y vertical a campo abierto. Las características del RB no van a cambiar de una semana para otra, así que es de prever que, en Anoeta, los txuri-urdin den prioridad a minimizar la eléctrica propuesta germana. Sin embargo, también cabe pensar en que lo hagan desde una idea más proactiva que en la ida, intentando alternar en mayor medida las fases de repliegue con otras de control del balón.
al revés, mal Si la Real apea al Leipzig, jugará en casa la ida de los octavos de final. Y así la estadística resulta diametralmente opuesta a la de los partidos de vuelta en Anoeta. Cuando ha abierto como local confrontaciones europeas a doble partido, el cuadro txuri-urdin se ha acostumbrado a caer eliminado: ante el Atlético de Madrid (UEFA 1998-99), el Lyon (Champions 2003-04), el Krasnodar (Europa League 2014-15), el Salzburgo (Europa League 2017-18) y el Manchester United (Europa League 2020-21). Solo existe una excepción que confirma la regla, la ronda que el cuadro blanquiazul superó ante el Aberdeen durante el verano de 2014 (2-0 en Anoeta y 2-3 en Escocia).
EUROPA EN ANOETA
Vuelta en casa
RIVAL (Temp.)IdaVta.
Sp. Praga (98-99)2-41-0
Din. Moscú (98-99)2-33-0
Ol. Lyonnais (13-14)0-22-0
Ida en casa
RIVAL (Temp.)IdaVta.
At. Madrid (98-99)2-14-1
Ol. Lyonnais (03-04)0-11-0
Aberdeen (14-15)2-02-3
Krasnodar (14-15)1-03-0
Salzburgo (17-18)2-22-1
Man. United (20-21) *0-40-0
(*) Eliminatoria cuyo partido de ida disputó la Real como local en Turín, debido a las restricciones de viaje por la pandemia.