donostia – Sí, han pasado ya más de dos semanas desde que la Real perdiera contra el RB Leipzig y quedara así eliminada de la Europa League. Pero los efectos que tuvo el adiós continental en el calendario txuri-urdin no entran en liza hasta esta misma tarde en Anoeta, donde el equipo de Imanol recibe al Deportivo Alavés. Tras el 1-3 encajado ante los alemanes, tocó medirse a Osasuna, viajar a Palma de Mallorca solo tres días después y rendir visita, de nuevo con solo 72 horas de reposo, a todo un Real Madrid. La mala noche en el coliseo blanco dio paso, por fin, a esa fase del curso que nadie quería que llegase pero cuyos efectos en las piernas de los futbolistas deben resultar positivos: ya solo se juega los domingos, lo que debería repercutir en una mayor frescura. Veremos.
altas y bajas Al fin y al cabo, el técnico oriotarra declaró el viernes que esta primera semana de tregua no ha resultado del todo suficiente para cargar las baterías. Mikel Merino, Mikel Oyarzabal e Igor Zubeldia ingresaron ayer en la convocatoria, pero lo hicieron tras permanecer entre algodones durante los días previos. Y David Silva se cayó de la lista por culpa de una sobrecargarga en el glúteo y en la cara posterior del muslo derecho. El equipo deja atrás un mes muy exigente cuyas secuelas aún se dejan notar, aunque desde la enfermería también salen buenas noticias. Diego Rico y Adnan Januzaj ya han superado sus respectivas lesiones y fueron citados ayer por Imanol, suponiendo ambos las novedades respecto a la citada visita al Bernabéu de hace ocho días. Sí estuvieron en Chamartín, mientras, el propio Silva y Naïs, bajas médicas esta tarde, así como un Álex Sola al que el entrenador ya no recurre. También se pierden el duelo los igualmente lesionados Monreal, Aihen, Barrenetxea y Carlos Fernández.
once reconocible Cualquier vaticinio sobre la alineación txuri-urdin en el derbi de hoy debe partir de una base: el entrenador dispone de información privilegiada que, lógicamente, no ha trascendido sobre el estado físico exacto de sus futbolistas. Sin embargo, vistos los precedentes, parece poco probable que vaya a innnovar en exceso, ni que vaya a dejar en el banquillo a teóricos titulares. Parece evidente que Rafinha relevará en la tercera altura del centro del campo al ausente Silva. Y es posible, del mismo modo, que el técnico opte por que Januzaj inicie el encuentro sentado a su lado, para reaparecer ya avanzado el partido. El Alavés apunta a presionar arriba y la velocidad al espacio de Portu significaría, en este contexto, un arma prometedora. Por lo demás, Remiro sería el portero, con Zaldua, Aritz, Le Normand y Diego Rico formando la zaga. Zubimendi, Merino y el propio Rafinha son los favoritos para integrar la medular. Y en ataque, mientras, las bandas serían para el 7 y para Oyarzabal, con Isak en punta para intentar reeditar su actuación del pasado curso: la Real goleó al Alavés en Anoeta (4-0) y él hizo tres goles.
un rival al alza El cuadro babazorro no ha sido aún capaz de enlazar esas dos victorias que, para los implicados en la lucha por la permanencia, acostumbran a suponer un impulso notable en la clasificación. Así que el Alavés sigue ahí, en el pozo, alentado, eso sí, por el capítulo de las sensaciones. Su último encuentro, el 0-0 de la pasada jornada en casa contra el Sevilla, terminó de confirmar que Mendilibar por fin ha moldeado al equipo a su imagen y semejanza, algo cuyo significado es de sobra conocido. Las escuadras del vizcaino son valientes, apuestan por ritmos altos y ejercen una presión adelantada que suele suponer un arma de doble filo: eficaz si se trabaja bien, casi suicida si median desajustes. El exentrenador del Eibar dispone de toda la plantilla y en su alineación podrían producirse solo dos novedades respecto a la cita anterior: se la perdieron Tomás Pina y Loum, quienes optan a recuperar sus respectivas plazas en la medular.