“Durante los últimos años, hemos andado aquí arriba a estas alturas de la Liga. Pero luego no nos ha dado para continuar hasta el final donde queremos”. Imanol Alguacil, entrenador de una Real Sociedad que viene de encadenar tres billetes consecutivos para la Europa League, quiere más. Su discurso del sábado, tras la victoria conquistada frente al Athletic, evidenció, aunque solo fuera entre líneas, que este equipo tiene el objetivo de la Champions League entre ceja y ceja. O al menos pelearla hasta el final. Vista la clasificación, no se trata de ninguna locura. De hecho, la historia del campeonato obliga a mirar a la máxima competición continental. También lo hace el colchón respecto al quinto.
35 puntos sumados en las 17 primeras jornadas (siete de renta sobre el quinto tras los empates de Atlético y Villarreal) suponen el punto de partida, un guarismo que trasladado a una Liga entera proyecta 78 al final de la competición: Champions asegurada. Lo que sucede es que el equipo txuri-urdin se ha generado ya un colchón que le puede permitir optar al premio gordo incluso desinflándose. El torneo español, de acuerdo con el sistema UEFA de clasificación, comenzó a repartir cuatro billetes para la Liga de Campeones en la campaña 1998-99. Y todo lo sucedido desde entonces avala con creces la actual candidatura blanquiazul. Solo existe un caso en el que un club con las cifras actuales de la Real (o mejores) quedara fuera de las cuatro primeras plazas. Data de 2001, hace más de dos décadas, y su protagonista es el Valencia.
Rebobinemos. 16 de junio. Última jornada. Mientras la Real pierde en Anoeta ante Osasuna (0-1) sin mostrarse precisamente competitiva, el Camp Nou asiste a un duelo dramático. El Barcelona, quinto a tres puntos del Valencia, necesita ganar al cuadro che para arrebatarle la cuarta plaza, y termina consiguiéndolo (3-2) gracias a una chilena de Rivaldo en el tiempo de descuento. Los dirigidos por Héctor Cúper se quedan fuera de una Champions que, tras las primeras 17 jornadas, tenían muy encarrilada: eran segundos con 35 puntos (los mismos que la Real ahora) y ocho de renta sobre el quinto, el Mallorca.
El contexto
Sucede, en cualquier caso, que el contexto de aquella experiencia valencianista resulta muy distinto al de la actual temporada txuri-urdin. Para empezar, el cuadro de Mestalla conoció, entre la 16ª y la 17ª jornada de la Liga, un tremendo varapalo copero que significó la eliminación a manos del modesto Guadix. Y luego está el infernal calendario que el equipo encaró entre febrero y mayo, cuando jugó hasta nueve partidos de Champions: cuatro de la segunda liguilla (entonces había dos fases de grupos), dos de cuartos de final, dos de semifinales y la final perdida contra el Bayern de Múnich por penaltis en San Siro.
Las distracciones continentales llevaron al Valencia a sumar solo 28 puntos en las 21 jornadas finales. Aunque ojalá la Real se vea próximamente expuesta a una agenda tan apretada: será sinónimo de que avanza en las otras dos competiciones. Además, regresando a las circunstancias de aquel Valencia 2000-01, hay que recordar que el conjunto che se enfrentaba entonces a un claro fin de ciclo en su banquillo. Durante el verano posterior a la Liga, Cúper salió tras dos años en el cargo y fue relevado por Rafa Benítez.
Sea como sea, la actual Real debe permanecer plenamente concentrada en pos de un objetivo que, al margen del precedente descrito, también se le ha escapado a equipos en situaciones similares. Así, existen tres casos de escuadras que no pudieron jugar la Champions tras alcanzar la 17ª jornada con 33 puntos (dos menos que los que ahora tiene el cuadro txuri-urdin). Le sucedió a un Espanyol que entró en barrena durante la segunda parte de la Liga 2007-08 (concluyó 12º). Le ocurrió al propio Valencia en la temporada 2008-09. Y le pasó al Betis de Pellegrini hace menos de un año, en un curso condicionado para los verdiblancos por el camino hacia la Copa del Rey conquistada en La Cartuja.
Para concluir y poner sobre aviso, cabe rescatar igualmente la andadura del Osasuna de Javier Aguirre en el curso 2005-06. Después de 17 jornadas había sumado la bestialidad de 38 puntos. Y terminó entrando en la Champions. Pero lo hizo sufriendo hasta el último minuto, ya que tuvo que ganar al Valencia (2-1) en la jornada final para clasificarse.