La Real Sociedad logró este miércoles una importante victoria contra el Mallorca en Anoeta, en partido correspondiente a la décima jornada de Liga. El cuadro txuri-urdin abrió la lata gracias a una acción de estrategia, y después completó muy buenos minutos en los que debió sentenciar la contienda. No lo hizo y tocó sufrir en el tramo final, dentro de un encuentro con distintas fases. Este es el análisis táctico del duelo.
Desde el primer minuto quedó claro que la empresa se presentaba complicada. Como era de esperar, esquema claro de 5-4-1 por parte del Mallorca: bloque muy corto y estrecho, retrasado pero con metros a la espalda de la defensa.
Antes del tempranero gol, la Real ya ofreció pistas sobre cómo había preparado el partido para meter mano al repliegue visitante: buscar a los compañeros alejados antes que a los cercanos. Minuto 1. ROJO: Sorloth 'despeja' zona central de ataque. BLANCO: incorporación de Kubo al espacio.
Llegó enseguida el 1-0 de Merino. Una vez más, papel decisivo de Brais Méndez en la estrategia: su zurda ha estado en el origen, sacando córners o faltas, de goles realistas en las últimas cuatro jornadas. Girona, Villarreal, Celta y Mallorca.
En el momento exacto en el que Brais saca el córner del gol, Aritz está de espaldas al balón. Bloquea a la marca de Merino y 'despeja' su zona de remate.
El centrocampista gallego la puso a la perfección en la zona naranja, que Aritz 'aclaró' a Merino con el bloqueo que veíamos antes. Gol de laboratorio.
Amenazar con la profundidad fue importante a la hora de 'estirar' al Mallorca y generar algunos pasillos interiores para conectar también por dentro. La Real hizo del izquierdo su lado fuerte. BLANCO: acumula futbolistas. ROJO: Sorloth fija y 'ensancha', alejado de la acción. FLECHA: carril derecho entero para Gorosabel.
Aquí vemos una situación similar, transcurridos ya unos minutos, en la que se aprecia cómo los centrocampistas del Mallorca (NEGRO) pasaron a apretar de forma más agresiva a posibles lanzadores. La Real, muy precisa y fina en lo técnico, lo aprovechó para generar (ocasión de Kubo en la acción de la imagen).
Muy buenos 60 minutos de la Real en un contexto de control casi total. Y lástima también no haber aprovechado justo después ese primer tramo de partido más abierto, generado por el paso adelante que el rival dio en fase defensiva. Aquí tenemos a los de Aguirre más agresivos ya en la presión.
La nueva situación, en un principio, permitió a los locales crear ocasiones para sentenciar el partido. Gran actuación de Sorloth, quien supo interpretar en cada fase del encuentro cuál era su papel. En este tramo del duelo le tocó ejercer de asistente.
Faltó acierto para hacer el segundo y el Mallorca pudo inclinar el campo hacia Remiro. Sus ataques habían puesto el foco, desde el primer minuto, en el emparejamiento Maffeo-Gorosabel. 'Engañaba' mutando su 5-4-1 (esquema NEGRO) a una salida de cuatro y aclaraba la zona NARANJA para buscarla en largo.
Aquí vemos una situación, algo matizada respecto a la pizarra anterior (el carrilero derecho ha ganado altura), que ilustra en cualquier caso cómo el Mallorca 'desdibujaba' a la Real y alejaba a los centrales Aritz-Pacheco de ese duelo Maffeo-Gorosabel.
Imanol pasó a controlar mucho mejor la situación con la entrada de Le Normand y escorando a Aritz a lateral derecho. Aquí, dentro de un panorama de bloque txuri-urdin más retrasado, es Robin quien salta con Maffeo, y Elus queda pendiente de la caída.
Para entonces había tocado ya ceder terreno y achicar agua en campo propio. El Mallorca pasó a buscar el empate desde este asimétrico 4-3-3 que concedía toda la banda izquierda a Maffeo, con el teórico extremo Kang-in Lee metiéndose dentro y retrasándose para recibir.
La Real replicó sistema 4-3-3 con Navarro en la derecha y Carlos Fernández en la izquierda. Rol más sencillo para el andaluz, quien tenía un lateral con quien emparejarse. Más problemas con el contexto de Robert, quien dudó en algunas acciones entre tapar dentro o presionar fuera.
Finalmente tocó sufrir, y mucho además, circunstancia que debemos valorar de dos formas. Por ocasiones generadas, los apuros sobraron: se pudo sentenciar antes. Sin embargo, por nivel de los rivales (todos te exigen) y por energía (cansancio), hay que asumir que cada victoria cuesta un mundo.