El tercer fichaje de la Real Sociedad durante el presente mercado estival tiene nombre y apellido: Takefusha Kubo. La incorporación del futbolista japonés, que será oficial durante las próximas horas, implica para su protagonista la quinta aventura consecutiva fuera del Real Madrid, club que le fichó hace solo tres años (libre de contrato) procedente del FC Tokyo. ¿Qué ha sucedido desde entonces con la promesa asiática? El historial de Kubo a partir de 2019 habla de cuatro experiencias en formato de cesión que no han terminado de confirmarle en la élite. De hecho, han sembrado de dudas un futuro que ahora la Real buscará colorear con optimismo.
Mallorca en primera instancia, Villarreal, Getafe y Mallorca de nuevo han sido los destinos del atacante a lo largo de este tiempo. En ellos ha podido ofrecer importantes destellos de su clase. Pero no ha logrado, sin embargo, aportarlos con cierta regularidad para tener un verdadero impacto en lo colectivo. Consciente de que se trata de un futbolista joven (nació en 2001 y acaba de cumplir 21 años), el Real Madrid no se ha mostrado partidario de desligarse de Kubo, durante las negociaciones mantenidas con la Real. Este firmó en su día un contrato de cinco temporadas (hasta 2024) con la entidad merengue, que en un principio apostaba ahora por una nueva cesión. Sin embargo, la insistencia txuri-urdin y el hallazgo de fórmulas intermedias han permitido que la operación llegue a buen puerto: se produce un traspaso tasado en seis millones, ambos clubes pasan a compartir al 50% los derechos del nipón y el propio Real Madrid se asegura opciones de repesca de aquí a 2027, fecha en la que expirará el nuevo acuerdo.
El caso de Martin Odegaard representa un ejemplo de lo que los técnicos txuri-urdin pretenden lograr con Kubo: facilitarle ese gran paso adelante que todavía no ha podido dar
Mientras en la casa blanca satisfacen el propósito de la Real (incorporación en propiedad) manteniendo cierta vinculación con Kubo, en el club txuri-urdin atan al futbolista en mayor medida que a Martin Odegaard en su día. Cabe recordar que el noruego suscribió en 2019 una cesión de dos años para luego ser recuperado por Zidane en 2020. Y cabe recordar también el modo en que el mediapunta nórdico se revalorizó en Anoeta. Su trayectoria no deja de suponer una especie de ejemplo respecto a lo que los rectores blanquiazules pretenden con este movimiento en el mercado. Odegaard aterrizó en Donostia tras dos años en el Castilla, una campaña y media cedido en el Heerenveen neerlandés y otra en el Vitesse. Después, explotó como realista y obtuvo así el billete para integrar durante media temporada la plantilla del Real Madrid, ser cedido a todo un Arsenal y resultar finalmente traspasado a Londres a cambio de 35 millones.
El nombre de Kubo ha sido colocado en la agenda de la Real durante mercados anteriores al actual, lo que parece indicar que las experiencias del japonés en Son Moix, en La Cerámica y en el Coliseum han sido seguidas desde los despachos de Zubieta. El bagaje global del jugador dice que en tres años ha disputado 104 partidos (58 como titular), acumulando 5670 minutos y anotando ocho goles. No se trata de cifras espectaculares, pero el análisis de los técnicos txuri-urdin habrá ido más allá, estimando estos que las características de Kubo y el contexto en el que competirá como blanquiazul pueden activar por fin el lanzamiento de su carrera.
MALLORCA 2021-22: Su primera lesión cortó un prometedor arranque
“Es la primera vez que me lesiono desde que empecé a jugar a fútbol”, declaró un frustrado Take Kubo durante el pasado octubre, hace casi nueve meses. Su dolencia en una rodilla resultó una auténtica lástima para él, pues se produjo cuando atravesaba un gran momento, después de iniciar bien la temporada, de vuelta en el Mallorca. Los pasos por Villarreal y Getafe habían elevado el listón de la exigencia y él no había podido responder según lo esperado, por lo que regresó a la isla para dar un paso atrás y tomar impulso. El técnico Luis García le dio continuidad en la banda derecha hasta que se lesionó jugando contra el Real Madrid en el Bernabéu, a finales de septiembre. Kubo regresaría al equipo en noviembre, ya dentro de un contexto colectivo menos favorable (el Mallorca fue de más a menos durante el curso). Sus índices de protagonismo y participación se resentirían mucho en el final de temporada, ya con el mexicano Javier Aguirre sentado en el banquillo.
Su técnico, Luis García: “Le hemos traído al Mallorca para que sea un jugador importante. Estamos encantados con él y creemos que va a dar un paso muy grande esta temporada. Se trata de un jugador diferente”.