donostia – Mikel Oyarzabal ya está de regreso en Zubieta. El futbolista eibartarra inició hace diez días, justo después de la victoria contra el Levante en Anoeta, unas mini vacaciones de una semana, con el objetivo de recargar pilas tras un verano agitado. Y ahora mira a la temporada 2021-22 desde la misma perspectiva que todos sus compañeros: tirar millas hasta que el curso concluya el próximo mayo. Sumando los períodos de reposo que ha acumulado desde el partido en El Sadar que cerró la pasada Liga, el atacante realista ha disfrutado de 24 días de descanso, una cifra menor si la comparamos con las del resto del plantel pero a la que el propio jugador está acostumbrado. Así lo indica su historial en el primer equipo txuri-urdin.
Todo comenzó en junio de 2015, durante las fiestas de San Juan. Tras concluir previamente el día 7 su participación en la Copa del Rey juvenil, y en la antesala de su primera pretemporada con el Sanse, Oyarzabal recibió una llamada. David Moyes le iba a reclutar para iniciar los entrenamientos con el plantel profesional el 4 de julio. Y le avisaban a Mikel de que, para arrancar con garantías, le tocaba reanudar el trabajo con algo de antelación. Pese a que apenas disfrutó de dos semanas de descanso, el eibartarra terminaría completando después una campaña para el recuerdo. Se asentó con creces en el primer equipo, hasta el punto de que, menos de un año después de aquel Celta-Real de adolescentes en las instalaciones de A Madroa, debutó con la selección absoluta a las órdenes de Del Bosque.
hacia europa
La llamada del salmantino restó a Oyarzabal más de dos semanas de asueto veraniego. Pero el jugador txuri-urdin siguió a lo suyo. Durante el siguiente curso, el 2016-17, lideró a la Real de Eusebio en su camino hacia Europa, culminado por el gol de Juanmi en Balaídos. Mikel apenas tuvo tiempo para festejarlo. Del estadio gallego puso rumbo a Polonia, donde aquel junio se disputaba el Europeo sub-21. En total, solo 24 días de descanso antes de reincorporarse con obligado retraso a la siguiente pretemporada txuri-urdin en los Países Bajos. Otro verano movidito. El tercero consecutivo.
Llegaría después la campaña 2017-18. La segunda que arrancó el propio Eusebio. La de las eliminaciones ante Lleida y Salzburgo. La que terminó Imanol en el banquillo. Y la excepción que confirma la regla, en el caso de Oyarzabal y sus habitualmente exiguas vacaciones. Desde la derrota en el Camp Nou, en el adiós de Xabi Prieto, hasta el inicio de la nueva pretemporada a las órdenes de Asier Garitano pasaron 46 días. Y Mikel pudo descansar durante todos ellos. Agua bendita para un futbolista a quien le han venido después otros tres veranos de aúpa.
un referente Y es que si dos años antes, en 2017, Oyarzabal había participado en el Europeo sub-21 como habitual revulsivo, saliendo desde el banquillo, acudió en 2019 al mismo certamen como uno de los grandes referentes del combinado estatal. A las órdenes de Luis De la Fuente, actuó como delantero centro titular, y contribuyó así a la conquista del título. España se tomó cumplida revancha y batió en la final a su verdugo en la edición anterior, Alemania.
A aquel verano le siguió el de 2020, el de la pandemia, en teoría complicado por igual para todos los futbolistas. La Liga concluyó tarde, un 19 de julio, y los equipos de Primera ya estaban entrenándose menos de cuatro semanas después. Sin embargo, las circunstancias para Oyarzabal fueron especialmente complicadas, ya que contrajo el covid durante la pretemporada, lo que lastró su puesta a punto. No pudo responder a la casualidad que en diciembre sufriera la primera y única lesión muscular que se le recuerda en su trayectoria, aunque aquel parón forzoso quizás le viniera hasta bien de cara al epílogo de temporada que aguardaba: Copa del Rey en abril, lucha liguera por Europa en mayo, Eurocopa en junio y Juegos Olímpicos entre julio y agosto.
Se dice pronto. Pero no es Oyarzabal un jugador que mire al pasado. Ya lo advirtió Imanol después del último partido: "Este no regala los minutos, y se va a preparar para competir en la visita al Cádiz".
veranos de oyarzabal
2015. Cierra el curso previo el 7 de junio (Copa del Rey juvenil) y empieza a ejercitarse apenas dos semanas después.
2016. Días de descanso: 39. Se estrena con la selección absoluta el 29 de mayo (ante Bosnia) e inicial la pretemporada el 7 de julio.
2017. Días de descanso: 24. Es suplente en la final del Europeo sub-21 (30 de junio) y se incorpora a los entrenamientos el 24 de julio en el stage neerlandés.
2018. Días de descanso: 46. Sus vacaciones más largas hasta la fecha. Tras la Liga no hubo compromisos internacionales.
2019. Días de descanso: 22. El 30 de junio se proclamó campeón de Europa sub-21, y el 22 de julio estaba de regreso en Zubieta.
2020. Días de descanso: 26. La Liga del covid acabó el 19 de julio, y se solapó con el curso 2020-21.
2021. Días de descanso: 24. Nueve entre la Liga y la Eurocopa. Seis entre la Eurocopa y los Juegos. Y otros nueve hasta ayer.
Antes de iniciar la pretemporada de 2018 a las órdenes de Asier Garitano, el eibartarra tuvo 46 días libres, su descanso más largo