donostia – No existe tiempo para las lamentaciones. Ese pesimismo existente en el seno de la plantilla blanquiazul que dejó entrever Imanol Alguacil en su comparecencia de prensa tras el choque ante el Cádiz, tiene que formar parte del pasado. Solo existe el ahora. Y la Real tiene ante sí la oportunidad de certificar de manera matemática su clasificación para la Europa League. Lo conseguirá si suma los tres puntos en La Cerámica ante un Villarreal que también quiere el mismo objetivo que los txuri-urdin.
La Real certificó su presencia, un año más, el tercero de manera consecutiva en Europa tras el solvente triunfo conseguido ante el Cádiz este pasado jueves. Solo queda saber si jugará la Europa League o la Conference. Un triunfo certificaría el pasaporte a la Europa League. Un empate allanaría mucho el camino, porque obligaría al Villarreal a ganar en la última jornada al Barça en el Camp Nou y esperar que la Real perdiera en casa ante el Atlético. Y solo una derrota provocaría el sorpasso en la clasificación: permitiría al Villarreal desbancar a los txuri-urdin de la sexta plaza (con mejor gol-average tras el 1-3 de Anoeta) y le valdría con repetir el resultado de la Real en la última jornada. Por lo tanto, a los de Imanol les alcanza con ganar o con saldar con sendos empates sus dos últimos partidos.
El Villarreal asusta porque viene de marcarle cinco goles al Rayo en su casa, porque ha significado una bomba en la Champions, donde ha sido capaz de ganar al Bayern y a la Juventus y de poner contra las cuerdas al Liverpool, y porque en Liga solo ha perdido dos partidos de 18 en casa, ante el Barcelona y Osasuna. Tampoco es que sea un rival que se le haya dado excesivamente bien a la Real. No hay que olvidar que fue el equipo quien dejó sin el sexto puesto y una plaza directa a la Real en la fase de grupos de la Europa League hace ocho años, en la última jornada. Y que en la primera vuelta se impuso con solvencia en Anoeta merced a ese 1-3 gracias al doblete del hoy ausente Gerard Moreno y del tanto de Chukwueze.
Imanol Alguacil recupera para el partido de hoy a Alexander Isak y Robin Le Normand, que se perdieron el encuentro ante el Cádiz por sanción. En principio, ambos recuperarán su lugar en el equipo inicial. El resto de integrantes del mismo no variará mucho respecto al que Imanol puso en liza frente al Cádiz. Remiro volverá a estar bajo palos. Ahí no hay dudas. Zubeldia podría volver en el eje de la zaga junto a Le Normand, lo que llevaría de nuevo a Aritz al banco. En los laterales, Rico parece fijo, mientras que Zaldua podría dar descanso a Gorosabel. Zubimendi, Merino y Silva parecen fijos, al igual que Sorloth en la punta de ataque. Junto al noruego podrían jugar Isak y Januzaj, aunque tampoco sería descartable un cuarto centrocampista como Rafinha, con lo que sería Januzaj el que volvería al banquillo.
El que también regresa a la lista es Asier Illarramendi, que fue baja de última hora ante el Cádiz por culpa de una gastroenteritis. Todo hace indicar que el capitán aguardará su oportunidad en el banquillo en un partido en el que la Real, de ganarlo, certificaría de manera matemática su participación en la Europa League una temporada más. Espectadores de lujo en la grada serán Oyarzabal, Carlos, Monreal y Barrenetxea, que también han viajado hasta Villarreal l
Imanol recupera para la causa a Alexander Isak, ?a Robin Le Normand y a Illarramendi, recuperado ?de una gastroenteritis