donostia – Todos queremos más. Hoy termina el año futbolístico y la única posibilidad de mejorarlos reside en ganar al Villarreal. Sin embargo, suceda lo que suceda esta tarde en Anoeta, el 2021 se marcha en materia txuri-urdin con un magnífico sabor de boca. La Real ha conquistado un título 34 años después. Y ha obtenido igualmente un logro al alcance de muy pocos entrenadores en la historia del club, centrándonos ya en la figura de Imanol. Los blanquiazules han enlazado con el oriotarra dos billetes europeos consecutivos, algo nada sencillo y que Alberto Ormaetxea había sido el último técnico en lograr: Toshack lo hizo utilizando la Copa como vía en 1987 para repetir en 1988 desde la Liga, y las clasificaciones de 2013 y 2014 se dieron con preparadores distintos, Montanier primero y Jagoba después. Imanol ha conseguido que su escuadra fuera sexta en 2020 y quinta en el presente 2021, otro motivo más para la celebración. Ya solo se trata de endulzar las uvas sumando tres importantes puntos.
casi al completo De momento las noticias son buenas respecto a este último encuentro. El objetivo final está en que así termine resultando en lo deportivo, en el resultado final. Pero la enfermería se ha encargado de aportar motivos para el optimismo. Se encuentra prácticamente vacía, casi desierta si tomamos como referencia lo sucedido a lo largo del presente curso. La lista de bajas por lesión alcanzó su pico a finales de septiembre, en Anoeta contra el Elche, en un duelo que se perdieron por razones médicas once futbolistas del plantel. Ahora, en cambio, solo quedan fuera del encuentro de hoy Nacho Monreal y Carlos Fernández. Los otros 23 integrantes de la primera plantilla están disponibles, e Imanol incluyó a todos ellos en la convocatoria. También a Beñat Turrientes. El oriotarra tendrá que efectuar esta tarde un descarte técnico, todo un lujo para lo vivido esta temporada.los regresos El repaso numérico a los futbolistas que Imanol puede incluir hoy en el acta no hace justicia, en cualquier caso, a la magnitud de los jugadores que regresan a una convocatoria. Lo hace Ander Barrenetxea después de perderse la visita copera al Zamora. Y lo hacen, sobre todo, Mikel Merino y David Silva, cuyas convalecencias han resultados inferiores al mes. Ambos se lesionaron el 25 de noviembre en Mónaco, generando un vacío que el equipo ha solventado de formas muy distintas. Los domingos ha perdido los tres partidos ligueros disputados durante este tiempo, ante Espanyol, Real Madrid y Betis. Entre semana, mientras, ha cumplido con los trámites coperos y ha sellado una brillante clasificación europea.
pocas incógnitas No parece excesivamente complicado vaticinar un once para el partido ante el Villarreal, residiendo la principal incógnita en su David Silva juega o no de inicio. Remiro estará bajo palos, con Aritz y Le Normand por delante. Zaldua y Aihen son ahora mismo los laterales titulares, por lo que apuntan igualmente a la alineación. Zubimendi y Merino ocuparán las dos primeras alturas del centro del campo. Oyarzabal y el citado Silva supondrían las bazas para la tercera. Y el eibartarra tendría un sitio en la delantera si Imanol optara finalmente por el canario como interior diestro. Isak acompañaría al 10 en la vanguardia del ataque, mientras Januzaj y Portu optarían a la plaza restante. Belga y murciano se alternarían los extremos si el mismo Oyarzabal actuara más retrasado.
el rival El Villarreal aterriza en Anoeta cotizando al alza, tanto en el mercado de los resultados como en el de las sensaciones. Los amarillos parecen remontar el vuelo en la Liga, y se miden a la Real como visitantes, situación desde la que este curso ofrecen contrastes por doquier. No han ganado aún fuera de casa en el campeonato local, pero sus salidas al exterior en el complicado grupo de Champions que han superado hablan por sí solas: golearon al Young Boys en Suiza, desarbolaron en Old Trafford a todo un Manchester United para encajar una injustísima derrota, y se clasificaron en la jornada final ganando en Bérgamo a la poderosa Atalanta. El extremo neerlandés Danjuma, sensación en el arranque de campaña, es duda, igual que el francés Coquelin.