Xabi Alonso sigue confiando en sus jugadores pese a las dos derrotas encajadas de manera consecutiva. "Me ha dado razones para creer", asegura el técnico tolosarra, consciente de la dificultad que entraña enferentarse a un "histórico" como el Zaragoza.
Xabi Alonso no esconde que ante el Eibar "no estuvimos al mejor nivel y por eso en muchas fases del partido, pesar del arreón final que sí fue positivo, no estuvimos cómodos". Quiere hacer borrón y cuenta nueva porque mañana "nos espera un rival histórico, en un campo especial". El objetivo no es otro que "intentar hacer un buen partido para intentar sacar un buen resultado, recuperar buenas sensaciones y sobre todo, para saber que estamos aquí para competir. Eso es muy importante", considera el entrenador del Sanse.
Para Alonso, "todas las derrotas te tienen que afectar y te tienen que influir lo suficiente". Eso sí, "no te tienen que minar la autoestima y la confianza que tenemos", pero "sí te tienen que inyectar esas ganas de reválida, de querer demostrar en el siguiente partido que puedes hacerlo mejor, que puedes imponerte". En su opinión, "tener ese amor propio, tiene que hacer que la reacción sea positiva y eso dirá mucho de nosotros, el cómo dar la vuelta a esas dos derrotas", asegura.
No sabe si aún podrá contar con la participación de Ayesa, Turrientes, Lobete y Romero, convocados con el primer equipo en Eindhoven. "Sé cosas, pero no las tengo que decir yo", se ha limitado a señalar el entrenador del filial, que asume el doble papel que tiene el Sanse. "intentar cumplir con os dos objetivos es un objetivo muy ambicioso, muy exigente y ojalá podamos hacerlo: ayudar al primer equipo y nosotros, al mismo tiempo, ser competitivos". Ha aprovechado su comparecencia para elogiar el debut de Cristo Romero, que "respondió" en un campo complicado como el Philips Stadion.
A la hora de referirse al Zaragoza, el tolosarra se deshace en elogios. Para Xabi Alonso, "independiente del contexto y de la situación puntual después de cinco partidos y de la situación en la que estén", el técnico del filial le da valor "al peso histórico, a la trascendencia que tiene el Zaragoza, a la ciudad que es y la repercusión que tiene en el fútbol". Entiende que la manera en la que todo esto les pueda afectar, "es algo importante de cara al partido de mañana". Para Alonso, el conjunto maño "es un buen equipo, tiene vocación ofensiva". Es consciente de que "están empezando jugadores jóvenes, que ganaron la Copa de Campeones de juveniles hace dos años, y ahí hay un proyecto". Esa juventud está mezclada con la experiencia de futbolistas como Zapater, "jugadores que tiene peso y saben de la relevancia que tiene el Zaragoza". Añade que "es un equipo dinámico, ofensivo, agresivo, que te viene a buscar". Confirma que el Zaragoza "es un club histórico, que ha ganado títulos europeos, pero que ahora lleva años en Segunda. Ellos tienen "una gran exigencia". No le da demasiada importancia porque "nosotros tenemos que ir a lo nuestro, conociendo al rival y conociendo dónde vamos".
No habla de preocupación, sino de "tener consciencia de dónde estamos, qué estamos haciendo y qué tenemos enfrente". En su opinión, de los 470 minutos que el Sanse ha jugado en Segunda, "menos en los primeros 20 minutos frente al Eiba es cuando peor hemos estado. Sí hemos estado por debajo del rival, pero en el resto hemos estado ahí. Y ahí es donde queremos estar. Sabemos que cuando estamos ahí, podemos estar compitiendo". Hay que confiar. "Confío mucho en el grupo porque me han dado razones para creer".
Será un partido especial tanto para Roberto López como para Javi Martón: "Cuando alguien está fuera y vuelve a casa, son partido bonitos, especiales. A pesar de los kilómetros, es el arraigo, las raíces no desparecen y para los dos será especial".