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Reapertura de las discotecas: "En la pista he llorado"

La sala Moma, ubicada en la calle Rodríguez Arias, de Bilbao, completó su aforo la noche del pasado viernes tras un mes y medio de cierre por las restricciones.

June celebró su cumpleaños bailando. Cientos de jóvenes secundaron el plan tras la reapertura de las discotecas el miércoles. Las ganas de fiesta son tales que algunas salas tienen las entradas agotadas para las próximas semanas

NO se lo creía. Fue tal la emoción que June no pudo reprimir las lágrimas cuando alcanzó, al ritmo de la música, la pista de baile en Sonora. El resto fluyó solo. La noche prometía. Esta joven de Igorre celebró el pasado viernes su mayoría de edad y la reapertura de las discotecas tras un mes y medio de cierre. Cientos de jóvenes la secundaron. De hecho, algunas salas de Bilbao, como Rock Star, tienen agotadas las entradas para las próximas tres semanas y se plantean incluso ampliar su oferta de ocio a los jueves para atender la demanda. "Vendemos el aforo y dejamos fuera a cientos y cientos de chavales. Ahora mismo hay pocos locales para toda la gente que quiere salir", explica la gerencia de esta sala.

El plan del viernes de June, con sus 18 años recién estrenados, fue completo. Primero, cena, y después, "bailoteo" en la discoteca Sonora de Erandio. "Después de tanto tiempo no sabía si me iba a dar el cuerpo para mucho baile, pero no hemos perdido ni ritmo, ni aguante. Somos jóvenes y teníamos ganas", dice entre risas. Son jóvenes y la noche también lo es y, más ahora, después de haber tenido que vivir contenidos y con numerosas limitaciones durante dos años. "Cuando nos pusimos a bailar en la pista me puse a llorar y mis amigas también se emocionaron. No me pude aguantar. Ni nos lo creíamos. Ha sido duro para todos y eso nos ha afectado en el estado de ánimo. Teníamos muchas ganas de recuperar las relaciones sociales", confiesa.

Sin embargo, la joven asegura que, aunque disfrutó mucho y el ambiente fue estupendo, muchas personas se olvidaron de que las mascarillas siguen siendo obligatorias en el interior de los locales. "El virus no se ha ido y no podemos volver atrás", comenta. Las entradas estaban agotadas para la noche del viernes y del sábado y, según relata esta joven, la gente que disfrutó del regreso a las discotecas se mostró feliz por poder "recuperar la libertad". "Ha sido una noche de diez y la semana que vienes repetiremos", planea June, para quien lanzarse después de dos años a la pista ha sido todo un regalo.

"Se nota la emoción"

La sala Moma de Bilbao ha colgado el cartel de completo todos los días. La reapertura del ocio nocturno ha supuesto para Luis Ángel Rodríguez, uno de los socios de la discoteca, "recuperar la tranquilidad mental". "Nos hemos vuelto locos. Ha sido una etapa de incertidumbre enorme, de caos en todos los sentidos". Tal y como explica, las entradas se agotaron en un abrir y cerrar de ojos en el momento en que las sacaron a la venta. "Lo tenemos todo vendido hasta el próximo martes", detalla. Entre semana han sido los más jóvenes los que han copado la pista de la sala, ubicada en la calle Rodríguez Arias, y se han movido sin parar al ritmo del reguetón. "Mal que me pese, esa música sigue siendo la estrella. Se nota que la gente tiene muchas ganas de bailar y de disfrutar. Dicen que han logrado recuperar la libertad que habían perdido. Se nota la emoción", apunta uno de los responsables del local.

21/02/2022