Toda buena comida debe terminar con un postre a la altura. De nada sirve elaborar platos deliciosos para finalizar con una simple pieza de fruta o un yogur. Este tipo de postres son efectivos para el día a día, pero en ocasiones especiales, ya sea en una comida con invitados, por ejemplo, hay que dar un paso más.
Un postre que sirve a la perfección para impresionar a los invitados son los macarons. Estas pequeñas y coloridas galletas de origen francés son una delicia para el paladar, al mismo tiempo que quedan muy bien en mesa gracias a su llamativa apariencia.
Ingredientes
Para elaborar unos deliciosos macarons y sentirse como un auténtico repostero francés, se necesitan los siguientes ingredientes:
- 65g de harina de almendra
- 85g de azúcar
- 25g de cacao en polvo
- 75g de huevos (según su tamaño, pueden ser dos o tres)
- Sal
- 60g de azúcar glas
Para la mezcla:
- 100g de crema para batir
- 100g de chocolate negro
- 20g de mantequilla
- Sal
Elaboración
Para elaborar los macarons, se necesita alrededor de 40 minutos para montarlos y otros 15 minutos al horno posteriormente para su cocinado.
Haz la mezcla
Al mismo tiempo que se trocea el chocolate, hay que calentar la crema para batir en una sartén pequeña. Tras añadir a la masa el chocolate y dejar que se derrita, añade la mantequilla y un poco de sal. Cuando esté cocinado, hay que dejarlo a un lado y dejar que se enfríe.
Dibuja pequeños círculos en papel de cocina
Extiende papel de cocina sobre una bandeja de horno y, con un compás u otro elemento dibuja círculos de tres o cuatro centímetros de diámetro. Entre los mismos, es recomendable dejar como mínimo una distancia de dos centímetros, ya que al cocinarse van a aumentar algo su tamaño. Elabora los círculos necesarios en base a la cantidad de macarons a elaborar.
Prepara una capa protectora
Estas marcas de lápiz o bolígrafo pueden estropear el sabor de los macarons en su contacto. Para evitarlo, coloca una segunda capa o capa protectora sobre el papel de horno en el que se han hecho las marcas. De esta forma, se van a poder ver los círculos sin que la masa entre en contacto con ellos.
Comienza con la base
Coloca tanto la harina de almendra como el azúcar glas y el cacao en polvo en un recipiente. Para hacerlo, es recomendable hacerlo a través de un colador en más de una ocasión para que todo quede perfectamente uniforme.
Bate los huevos
Ya sea de forma manual o en una batidora, hay que batir los huevos con un poco de sal y una cucharada de azúcar glas. Este proceso hay que realizarlo hasta que sea posible darle la vuelta al recipiente sin que el huevo se caiga.
Con el uso de una cuchara metálica, saca la mezcla de ingredientes del recipiente. No importa si sale algo de aire de dentro del mismo.
Coloca la masa en los círculos
Con una cuchara más pequeña, reparte la masa con cuidado en pequeños círculos sobre el papel de horno con marcas de antes. Una vez rellenados todos los círculos, toca dejarlo reposar durante 30 minutos o hasta que los macarons pasen de estar pegajosos a secos.
Mientras tanto, se puede precalentar el horno a 180ºC.
Hornea los macarons
En el momento en el que el horno esté preparado, coloca los macarons en su interior unos 15 o 17 minutos hasta que estén firmes.
Es recomendable ir tocando los macarons cada ciertos minutos para comprobar su firmeza. Cuando estén listos, al sacarlos del horno, hay que colocarlos en una superficie fría para evitar que sigan cocinándose de forma pasiva.
Imagen de archivo de un horno
Sandwich con la masa
Tras retirarlos del papel de horno, busca parejas de tamaño similar y, con una pequeña espátula o cuchara únelos mediante la previamente elaborada masa.
Los macarons pueden comerse al momento, pero en caso de querer la textura perfecta, conviene dejarlas en algún lugar frío o la nevera durante 24 horas. Antes de servir, también es recomendable hacerlo a temperatura ambiente.