PSOE y Unidas Podemos acordaron crear unos nuevos ERTE para trasladar trabajadores y reestructurar sectores enteros. Un nuevo sistema de portabilidad para permitir que unas empresas puedan traspasar empleados a otras, con la particularidad de que se podría transferir hasta un 50% de la cuantía del despido improcedente que tendría que pagar FOGASA -el Fondo de Garantía Salarial- de forma que la empresa quedaría liberada en parte de los costes de rescisión de contrato. Se contempla también la posibilidad de aplicar desgravaciones para las empresas que acojan a trasladados, pero la patronal solicita mayor poder de maniobra. Los sindicatos advierten que de esta forma se pierde una ingente cantidad de derechos: se podría modificar condiciones sustanciales de trabajo y no queda garantizada la subrogación de antigüedad con la pérdida de compensación económica en caso de despido posterior que ello conlleva. Ambas partes mostraban su malestar a través de sendos comunicados, y vista la situación, el Gobierno español ha decidido duplicar las reuniones para llegar a un acuerdo: a partir de ahora se celebrarán los miércoles y los viernes.
En estas semanas se afronta la recta final de la negociación de la reforma laboral, ya que el Gobierno español se ha comprometido en Europa a tenerla aprobada en el BOE antes del 31 de diciembre.
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Rechazo frontal de sindicatos y empresarios a la propuesta sobre los nuevos ERTEs del Gobierno español
El ejecutivo duplica desde esta semana las reuniones periódicas para intentar llegar a un acuerdo