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Vida y estilo

Recorrido por la historia que reposa a lo largo del Val d’Onsella

El rio Onsella, en su recorrido para afrluir en el Aragón, atraviesa la comarca zaragozana de Cinco Villas por un paisaje de transición entre el Pirineo y los Monegros en el que la Edad Media respira
VIsta panorámica de Navardún, entrada al valle del rio Onsella, en la comarca zaragozana de Altas Cinco Villas.
VIsta panorámica de Navardún, entrada al valle del rio Onsella, en la comarca zaragozana de Altas Cinco Villas.

Las regiones fronterizas siempre son interesantes. Da igual que sea una zona de transición entre dos paisajes o dos entornos geográficos, que sea un lugar de encuentros y desencuentros entre dos países o dos reinos a lo largo de la historia. En ambos casos se puede encontrar lugares de interés que permanecen escondidos a la espera de que un viajero los recorra para ofrecerles lo mejor.

Es el caso de Val d’Onsella, en la comarca de las Altas Cinco Villas en la provincia de Zaragoza. Este poco conocido valle que recorre de este a oeste el río Onsella muestra las huellas de medievales de cuando Navarra y Aragón eran poderosos reinos medievales que se las tenían tiesas entre ellos.

Pero también es zona de salto entre el Pirineo y prepirineo del norte y el desierto de los Monegros del sur, por lo que la vega de este río es rica en campos agrícolas y de alto interés ecológico.

De corto trazado, la ruta se recorre en algo menos de 30 kilómetros los cinco pueblos más emblemáticos y cuya riqueza histórica y arquitectónica no deja indiferente a nadie. Son, de oeste a este por la carretera A-2603 que recorre la margen derecha del Onsella, Navardún, Urriés, Isuerre, Lobera de Onsella y Longás. Únicamente Lobera está al otro lado del río.

El Torreón de Navardún destaca sobre el paisaje del val d'Onsella como el gran vigía que fue.

El Torreón de Navardún destaca sobre el paisaje del val d'Onsella como el gran vigía que fue. Turismo de Aragón

Navardún

Se considera a esta localidad la entrada al valle y tiene como joya turística el Torreón de Navardún, una torre de 26 metros de alto que en tiempos fue parte de un recinto amurallado desde el que se vigilaba al frontera aragonesa con Navarra. No hay que olvidar que no muy lejos se levanta el castillo de Javier, otra fortaleza defensiva, esta del antiguo Reyno de Navarra, ni que el enclave navarro de Petilla de Aragón queda a unos 10 km.

Este torreón del siglo XIV, terminado de restaurar en el año 2011, es ahora la sede física de tanto de la Oficina de Turismo de Bal d’Onsella como del Centro de Interpretación de los Reinos de Aragón y Navarra. La primera es el mejor medio para conocer y preparar la visita a este valle y el segundo explica las relaciones entre ambos reinos y la vida cotidiana de la época.

Durante el recorrido por el pueblo también destaca la iglesia de la Asunción,del siglo XI y también se puede llegar hasta la presa romana conocida como la Pesquera. Todo esto hace pensar en una asentamiento más antiguo de lo que se ve, y al que remite el propio nombre de la localidad, en el esa terminación -dún parece provenir celta dunum y que significa castillo.

La iglesia medieval de San Esteban es el gran atractivo de la localidad de Urriés.

La iglesia medieval de San Esteban es el gran atractivo de la localidad de Urriés. Turismo de Aragón

Urriés

A poco más de dos kilómetros aparece Urriés, si se sale directamente por la A-1601, o un poco más si se va la A-2603 girar a la izquierda por una pista para llegar a este casco urbano montañés con casas señoriales. El coche sufrirá menos en la primera opción.

Paseando por Urriés se puede visitar la iglesia de San Esteban, edificio románico de entre los siglos XII y XIII que todavía conserva su portada original, aunque hay que entrar para admirarla.

También se pueden visitar una Casa Museo el Museo Etnológico y un centro de Interpretación de pintura románica. En este último se hace referencia a las pinturas originales de la iglesia de San Esteban que fueron llevadas al Mueso Diocesano de Jaca desde su ubicación original en el templo de este pueblo.

También se puede vivir el momento instagramer para hacerse la foto en El Callejón de Urriés, el más estrecho de Europa con sus 41 cm de luz. Y aprovechando el otoño, no hay que olvidar que es una zona de gran riqueza micológica. Pero lo mejor es preguntar primero cómo está regulada esta actividad.

Una de las recogidas y bien conservadas plazas de Isuerre.

Una de las recogidas y bien conservadas plazas de Isuerre. Turismo de Aragón

Isuerre

Una de las virtudes de los pueblos del Onsella es el excelente cuidado de sus calles y edificios, lo cual convierte cualquier paseo en una muy buena experiencia. Y un buen ejemplo de ello es Isuerre. a 11 kilómetros de Urriés.

Sus edificaciones lucen muy bien conservadas, el pueblo es pequeño pero que se llena durante las vacaciones. Mantiene su estructura medieval gracias a sus antiguas murallas, de la que queda su portada a una plaza interior. Junto a la iglesia de San Esteban, santo de gran devoción en esta comarca, hay un mirador que permite admirar unas impresionares vistas del valle y el río Onsella, así como de la sierra de Santo Domingo-Peña en frente cubierta de frondosos bosques. Este templo es de finales del siglo XII, aunque se le hicieron nuevas obras en el XVII.

La localidad ofrece el Museo de Micología, muy acertado y divulgativo para los aficionados a las setas y hongos.

De Lobera de Onsella parten numerosas rutas para practicar senderismo y BTT.

De Lobera de Onsella parten numerosas rutas para practicar senderismo y BTT. Turismo de Aragón

Lobera de Onsella

Es el único pueblo de esta ruta que está en la margen izquierda del río que le da nombre, por ello hay que abandonar la carretera principal para cruzar un puente y alcanzar esta localidad a 5,5 kilómetros de Isuerre.

Tan bien conservado como sus vecinos, Lobera alberga hermosos edificios familiares con grandes portalones dovelados, antiguas puertas y escudos de familias infanzonas en lo alto.

En este caso la iglesia está dedicada a la Asunción de María y es del siglo XVI, pero algunos restos aprovechados en su sacristía permiten suponer la existencia de un templo anterior y más antiguo.

También se puede visitar la recién descubierta necrópolis medieval del cerro de San Miguel. Y quizá por aquello de las rivalidades vecinales, en la no oficial competición de callejuelas estrechas, se puede intentar recorrer el callejón de Piquera, que a lo largo de su recorrido de algo más de 40 metros, pasa de una anchura de 1,3 metros a solo 29 cm. Quizá haya que revisar la lista europea de calles estrechas.

Lobera de Onsella es también la capital de BTT de la zona, ya que de ella salen un variados conjunto de recorrido de esta modalidad ciclista. Que también se pueden hacer a pie.

Longás se asienta al final del valle y es el más montañes de estos pueblos de Altas Cinco Villas.

Longás se asienta al final del valle y es el más montañes de estos pueblos de Altas Cinco Villas. Comarca de Cinco Villas

Longás

Longás es el último pueblo del recorrido y del valle. Aunque haya que cruzar un pequeño puente para entrar en la localidad, sigue estando a la derecha del Onsella. Es en este municipio donde este río deja de ser arroyo tras recoger el agua de numerosos barranco y arroyos que bajan de la sierra de Santo Domingo.

Su casco urbano conserva casas de los siglos XIV y XV. Y entre estas construcciones destaca la iglesia de Santa María del siglo XVI. Un museo de usos y costumbres da a conocer la que fue una de las principales industrias locales a lo largo de los siglos, la elaboración de pez, esa sustancia impermeabilizante útil tanto para calafatear embarcaciones de madera como los odres y las botas de piel para trasportar vino y otros líquidos. La importancia de este trabajo se deduce del gentilicio popular con el que se aludía a los vecinos de Longás: pezeros

2022-10-17T09:59:04+02:00
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