Los trámites burocráticos que ha requerido el proceso de permuta de la gasolinera Goya entre el Ayuntamiento de Gasteiz y su todavía dueño, Repsol, están ya en la recta final. Según ha podido confirmar DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la cristalización de la operación es inminente de manera que la antigua estación de servicio pasará a manos municipales, a cambio de ceder a la petrolera un amplio local en el barrio de Salburua.
Uno de los últimos flecos era un trámite de inscripción de la finca en el registro. Consumado ya ese rutinario paso, ambas partes están en contacto y coordinación a la hora de aportar toda la documentación a la notaría encargada del proceso. Resta únicamente fijar una fecha en la que la rúbrica de la sociedad municipal Ensanche 21 y la multinacional Repsol haga efectivo el intercambio del edificio y el bajo comercial en el gran barrio del este de Gasteiz.
A pesar de no haber llegado todavía a ese final oficial Ensanche 21 ya dispone de las llaves de la vieja gasolinera, como refleja un cartel colgado en la puerta de la valla que impide el acceso. Incluso varios técnicos de la sociedad municipal han estado accediendo en las últimas semanas al interior de Goya para ver el estado de conservación de algunas de sus zonas y realizar medidas necesarias para sacar a licitación el concurso del proyecto.
Terminará con esa esperada firma un farragoso proceso burocrático que se ha alargado durante más de cuatro años y medio, desde que se optó por la fórmula de la permuta para que el edificio de la estación de servicio Goya pasara al catálogo de propiedades del Ayuntamiento. Este camino ha requerido, entre otras, una laboriosa tarea de descontaminación del suelo de la parcela y la emisión del correspondiente informe, por parte del Gobierno Vasco, para que verificara el óptimo estado del mismo al uso que finalmente se le va a dar.
A lo largo de casi el lustro que se lleva esperando el desenlace del futuro uso de Goya se han ido sucediendo todo tipo de ideas y peticiones sobre cómo devolver la actividad a lo que fue una estación de servicio en el centro de la ciudad. Las formaciones políticas municipales han visto en el inmueble el potencial suficiente para albergar desde una oficina de turismo, un centro fotográfico para exponer la obra del ilustre Alberto Schommer, el centro de promoción y difusión del vino, la sede de Emakumeen Etxea y hasta un centro de movilidad sostenible. No faltaron también otras propuestas más arriesgadas como exponer las mejores piezas de la firma Mercedes-Benz y también los arquitectos alaveses se unieron a la tormenta de ideas sobre Goya para ubicar ahí su sede corporativa y convertirla también en un espacio para la divulgación de la cultura arquitectónica y creación artística
Acuerdo con Elkarrekin El uso final del edificio Goya será un centro de turismo verde. Esta idea ya la planteó la formación Irabazi durante la pasada legislatura y ha sido en la actual cuando ha cristalizado. El acuerdo del equipo de gobierno (PNV-PSE) con Elkarrekin Gasteiz permitirá ubicar en el singular edificio además alquiler de bicicletas y espacio para actividades ambientales y culturales. Ha quedado descartada la idea de electrolinera.
Bien cultural. El edificio de Goya, construido en el año 1935, es un ejemplo de la construcción racionalista. Reparte la superficie de sus dos plantas con los 675 metros cuadrados a nivel de la calle Cadena y Eleta. En la zona superior hay 525 metros donde antiguamente se ubicaba una zona de garaje. Dentro de los elementos interiores destaca la rampa que conecta los dos niveles, que es uno de los elementos sobre los que apenas se podrá intervenir en un bien catalogado como monumento.
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