Después de los preliminares del fín de semana, la asociación de voluntariado Elkarrizar-Nagusilan fue la encargada ayer al mediodía de lanzar el chupinazo de fiestas de Bera. Una asociación que cumple este año su mayoría de edad, ya que se creó en el año 2004 y sigue ayudando y apoyando a las personas en situación de vulnerabilidad. Mayte Sanz Ganboa y Ramón Errandonea Altzuguren, responsables de la asociación encendieron el primer cohete tras un recuerdo a las personas de edad abogaron por unas fiestas de San Esteban solidarias: Beratarrak, gaur nahi genuke oroitzapen bat gure adintuentzako, Gora San Esteban solidarioa!! Gora Elkarrizan Nagusilan! , gritaron. El segundo cohete recayó en Jose Mari Lasaga Arribillaga Matxako, con 80 años el voluntario mas veterano de una asociación con unas 50 personas voluntarias que trabajan en colaboración con la Mancomunidad de Servicios Sociales de Bortziriak. Las principales actividades de Elkarrizan Nagusilan son los paseos con las personas residentes en las residencias de Bera y Lesaka, visitas domiciliarias, acompañamiento y servicio de transporte a consulas médicas, así como cantar en las residencias, y, en menor medida, alfabetización de adultos y ayuda escolar a menores.
Tras el chupinazo, hubo repique de campanas y reparto de caramelos para los más pequeños y también bailó por primera ver la comparsa de gigantes, a la que se han incorporado Irati Lazkano Elias y Gorka Romero. Aunque como señalaba uno de lo integrantes veteranos, Xabi Altzuri, “hemos tenido alguna baja y todas las personas que quieran participar son bienvenidas, ya que las fiestas son muy largas”. También los cabezudos tuvieron que sudar para perseguir y golpear a la chiquillería y desfilaron junto a los gigantes y los gaiteros de Ezpelur, Mientras, la txaranga Incansables también realizó la kalejira entre la plaza del ayuntamiento y la plaza de Altzate.
Recuerdo a los olvidados
Media hora antes del cohete, en honor a la memoria histórica, se realizó una ofrenda floral en recuerdo las personas olvidadas en la guerra de 1936 y años posteriores en la escultura conmemorativa de la Plaza del Ayuntamiento. Desde que en el año 2018 lanzarán el chupinazo y se inaugurara la escultura, esta ofrenda se ha convertido en habitual antes del cohete, pero ayer además hubo una grata sorpresa, ya que acudió expresamente desde Cabanyal, Valencia, Vicenta Mengual, hija de Domingo Mengual Segarra, que tras ser preso en Extremadura, llegó en un tren de mercancías al batallón de trabajadores de Lesaka y estuvo preso en el batallón número 100 de prisioneros en Bera entre 1939 y 1941. Mengual fue uno de los 2.357 prisioneros en Bera, pero a pesar de ello, guardaba un grato recuerdo de la localidad, que visitaron por primera vez tanto su hija como su nieto Rafa Val. La víspera estuvieron visitando la zona de bunkers de Okalarre, junto a representantes municipales. Para empezar el acto conmemorativo, tocaron la txalaparta Amaia Monasterio Mazizior y Nahia Senper Mazizior. Posteriormente bailaron el aurresku las hermanas Ane y Kattalin Berasain Goia, al son del txistu tocado por Naroa Otamendi Abril, todas con antepasados represaliados. El escritor Mikel Taberna recitó una poesía y el cantante Jokin Pinatxo interpretó una canción de su hermana Estitxu, Alargun zoroaren kanta, mientras se procedía a la ofrenda floral.