Con redobles comenzaron en Lakuntza el día del patrón, San Saastin, nombre con el que es conocido en esta localidad de Sakana a San Sebastián. Así es desde 1990, cuando un grupo de amigos decidieron salir con sus tambores a medianoche, al igual que en otras localidades de Gipuzkoa. Pero la tamborrada de este año fue especial, después del parón de la pandemia y también porque Ricardo Areta pasó la makila a Adur Kanpo.
Lo cierto es que se hacía raro no ver a Ricardo ataviado de cocinero. Mezclado entre el público, estaba contento. Contento porque la tamborrada sigue viva, convertida en una seña de identidad de Lakuntza, y más sabiendo que queda en buenas manos. “Aunque me encuentro bien, y puedo subir al escenario, para bajar necesito ayuda. Es bueno que entre sangre nueva”, contaba este lakuntzarra que dentro de unos días cumplirá 77 años. “Continúa Joxe Flores, mi brazo derecho. Siempre estaré para lo que sea”, apuntó. Lo cierto es que se ha encargado de los primeros ensayos, los días 11 y 12 porque Adur no podía. Y es que este joven de 22 años tiene una agenda muy apretada, condicionada sobre todo porque estudia Fisioterapia en Tudela. Además, es portero del Murchante, equipo de primera autonómica y miembro de Eztanda txaranga así como tambor de los gaiteros que acompañan a los gigantes de Lakuntza.
El relevo ha costado. “Hacía tiempo que le tenía fichado pero me daba largas. Ha ido a todas las tamborradas y desde pequeño ya apuntaba maneras”, observó Ricardo, batería profesional y alma mater de la tamborrada de Lakuntza. “Uno del pueblo, Miguel Lazkano, siempre me decía que teníamos que sacar los tambores que tenía en casa. Aquel año nos calentamos, y después de varios ensayos en el cine, salimos un grupo con tambores y botellas. Delante iba el coche de Araralar Txirrindulari Taldea, que tenía altavoz, y Edor Zubeldia dentro con el acordeón”, recordaba entre risas. Lo cierto es que fue un éxito, cada año con más participantes. “Seguíamos organizándola entre amigos hasta que Lakuntzako Pertza Elkartea nos propuso en 1994 llevar la tamborrada a la sociedad, que compró tambores”, apuntó.
Lo que en un principio era una vuelta por el pueblo se convirtió en un concierto en la plaza, con la compañía de Ozarki txaranga, músicos de la banda Haize Berriak y la Coral de Lakuntza para cantar la Marcha de San Saastin que da comienzo a la tamborrada, un repertorio que ha ido creciendo con los años. La pasada medianoche, con los redobles de 60 tamborreros y tamborreras, continuó con Tatiago, Idiyarena y Diana, lde Sarriegui. Después fue Diana número uno de La Pamplonesa, Biribilketa de Otsagabia, Zortziko de Lantz y Artillero dale fuego. El de este año se alargó con la repetición de la Marcha de San Saastin, con Adur y Ricardo al frente, momento en el que se visibilizó el relevo entre grandes aplausos.
Aunque al principio este joven era un manojo de nervios, se fueron calmando con los primeros redobles y disfrutó al mando de un peculiar regimiento. “La tamborrada es muy importante en Lakuntza. Es algo que he vivido desde pequeño y siempre he tocado. Cuando compañeros de Donosti me vacilan les digo que si tocaran con la mitad de sentimiento con que lo hacemos nosotros, se quedan calladicos. Es humilde pero muy del pueblo”, contaba.
Sin bien puede ser casualidad, estudió batería y percusión en la Escuela de Música de Lakuntza, y después tambor de gaiteros y caja . “La tamborrada ha podido influir”, confesaba ilusionado ante el nuevo reto. “Desde que estaba en Bachillerato Ricardo ya me decía para relevarle. Me ha costado decidirme porque conlleva una responsabilidad”, observó, al tiempo que animaba a los y las lakuntzarras a unirse al grupo, sobre todo a la juventud. “Hay gente de todas las edades pero menos en el rango de 15-30 años”, observó.
Homenaje en forma de gorro de honor
En la tamborrada tampoco faltó un homenaje. Y es que es costumbre entregar un gorro de honor a personas o entidades que traban por y para Lakuntza en diferentes ámbitos. En esta ocasión fue para Oihana Aldabe Andueza, gaitera y trompetista que forma parte de Ozarki txaranga, y de los gaiteros que acompañan a los gigantes de Lakuntza además de los de Pamplona.
Las celebraciones de estas fiestas de invierno comenzaron a la tarde con el lanzamiento del cohete, de la mano de los profesionales del Consultorio de Salud. Después fue el concurso de piperopiles, con 18 presentados. Cristina Razkin