La pandemia del covid ha dado una tregua que ha permitido recuperar el tradicional ágape que la Diputación ofrece a autoridades e invitados en el interior del Palacio Foral entre toque y toque de retreta. Había ganas.
El diputado general de Álava, Ramiro González, recibe al lehendakari, Iñigo Urkullu, y a su esposa, Lucía Arieta-Araunabeña, antes de pasar a las salas nobles para departir con el resto de autoridades, entre ellas la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería; el delegado del Gobierno, Denis Itxaso, y el presidente de las Juntas Generales de Álava, Pedro Elosegi.
Están también los presidentes del EBB y ABB, Andoni Ortuzar, y José Antonio Suso, respectivamente, que acceden a la par que el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, que una hora antes presidió la retreta en el Ayuntamiento de Vitoria, y el presidente de Fundación Vital, Jon Urresti. En representación del Gobierno Vasco asisten también la consejera Beatriz Artolazabal y el consejero Javier Hurtado.
Mientras los 150 invitados, con aforo reducido por el covid, esperan otro toque de retreta, conversan, intercambian opiniones sobre la actualidad y se cuentan sus planes para hoy entre cazuelitas de caracoles, zortzikos, revueltos de perretxikos y paseos hasta la basílica de Armentia.
Al diputado general de Álava le acompaña su equipo de gobierno: Cristina González, Itziar Gonzalo de Zuazo, Irma Basterra, Carlos Ibarlucea, Emilio Sola, Eduardo Aguinaco, Ana del Val y Josean Galera.
Ha sido noche de saludos y reencuentros entre políticos y ex, como Juan Antonio Zárate y Txarli Prieto; concejales, parlamentarios y junteros. También entre invitados como los hermanos Iker y Eneko Pou; Pedro Anitua, Medalla de Álava 2022; la pregonera, María Ángeles García Fidalgo; el director de Mercedes, Emilio Titos, etcétera.