Refugiados ucranianos en Euskadi: "Esperamos que gane Ucrania. Vamos a volver. Es nuestra casa"

Vladik Kosukha tiene 18 años. Ahora mismo está a salvo en Donostia con la que ha sido su familia de acogida. Salió de Ucrania un par de días antes de que comenzara la invasión rusa. Consiguió por tanto escapar a tiempo porque con la implantación de la ley marcial se habría tenido que quedar en Ucrania para combatir contra las tropas rusas. Ahora mismo sigue el minuto a minuto de lo que está ocurriendo porque su familia está allí, concretamente en una aldea cerca de Chernóbil. Vladik estudiaba y trabajaba cuando llegó la amenaza rusa y su vida ha quedado ahora en suspenso. Ahora es voluntario e intentar ayudar todo lo que puede a quienes siguen en Ucrania. 

Dasha Homolytska tiene 25 años. Llegó el 9 de marzo a Donostia con la que ha sido su familia de acogida. Viene de Bucha, una región cercana a Kiev donde se han quedado sus padres que no han querido abandonar su casa ni su país. En estos momentos, como Vladik, se ha centrado en el trabajo como voluntaria porque adaptarse a la nueva situación no es fácil. Allí ha dejado su trabajo, a su familia, su novio, a sus amigos. Sólo espera que esto acabe pronto y pueda regresar a su país. 

Después de 33 días de invasión, hoy Vladik y Dasha han estado en nuestros estudios de Donostia, la que se ha convertido en su ciudad de acogida. No pierden la esperanza de regresar a su hogar, a su país y se muestran convencidos de que tarde o temprano lo harán porque Ucrania seguirá resistiendo y al final ganará esta batalla a Putin. 

"Esperamos ganar para poder volver"

Vladik tuvo que hace dos veces el viaje desde su casa para poder llegar a Euskadi. Reconoce no esperaba "para nada" que la invasión se produjera. "Salí de milagro, por los pelos", afirma. "Mi familia sigue allí. Estuve tres semanas sin hablar con ellos. y hace un par de días conseguí hablar con ellos", afirma aliviado. Eso sí, las conversaciones son muy cortas "No nos dicen muchas cosas porque los moviles están controlados", señala. Sus padres viven a 70 kilómetros de Kiev. "Están muy cansados pero están bien, asustados, pero bien"

Al igual que Vladik, Dasha tiene a sus padres en Bucha, una zona ocupada. "Mis padres decidieron quedarse. Están bien pero no podemos hablar por teléfono porque no tienen luz. Están super cansados y asustados", asegura. Esta joven de 25 años sin embargo no pierde para nada la esperanza. Se muestra convencida de que Ucrania va a ganar. "Vamos a volver a Ucrania. Es nuestra casa. Echamos mucho de menos a los amigos, la familia..."

A favor de Zelenski

Preguntados por el papel de Volodomir Zelenski que ha adquirido un importante protagonismo, ambos consideran que está haciendo un "gran trabajo". "Tiene que ser muy complicado ver morir a su gente. Creo que hace todo lo suficiente", señala. Lo mismo opina Dasha. "Es un hombre muy valiente y me gusta cómo habla con todo el mundo". Dasha considera que Rusia empezó con esto mucho antes de la guerra y ante las acusaciones de nazismo en Ucrania, habla de mentiras. "Tengo familia en Rusia y hay algunos que no nos creen. Se creen las noticias pero no a la familia", lamenta. 

Su buena opinión sobre Zelenski contrasta con su valoración sobre Vladimir Putin. "Esperemos que muera pronto porque a los rusos también les va a ayudar", nos dice Dasha. En opinión de Vladik, a Putin le queda "o morir o desaparecer" porque está, afirma, "molestando a todo el mundo". 

"Europa y de Estados Unidos lo están haciendo bien"

Para Vladik, Ucrania debe seguir con las conversaciones iniciadas con Rusia. "Ucrania tiene que hacer lo máximo posible para que acabe la guerra pero no tenemos que hacer todo lo que nos pide Rusia. Somos un país y ellos son otro", remarca. 

En opinión de Dasha, Ucrania acabará con "estatus neutral". "Queremos que todo acabe. No podemos aceptar todo lo que pide Rusia", subraya y añade que "hay muchos rusos que no quieren pelear. Llaman por los números ucranianos y hablan con sus familias y algunos dicen que prefieren dispararse en una pierna porque no quieren pelear", afirma.

En este sentido consideran lógico que se ataque a Rusia en lo económico. "No pueden meterse en una tercera guerra mundial. Están haciendo un gran trabajo con esas sanciones a Rusia que le están doliendo mucho. Hay que esperar un tiempo. Las cosas no van tan rápido", asegura Vladik.

Estos dos refugiados ucranianos están muy orgullosos de sus compatriotas."Es una pasada lo que están haciendo allí y cómo ha respondido el mundo" nos dice Vladik. Lo mismo subraya Dasha. "Estoy muy orgullosa de mi gente que son tan valientes". En cualquier caso reconoce que les duele mucho ver esas imágenes de la gente que sigue en Ucrania.