No es oficial, pero sí una realidad. La recuperación de la vida, con sus usos y sus costumbres, como solía antes de la llegada de la pandemia de covid-19 también traerá consigo el regreso de las celebraciones religiosas tradicionales por Semana Santa.
Estas fueron suspendidas durante los últimos dos años por la incidencia de la enfermedad y la vigencia de las medidas de profilaxis y alejamiento social impuestas por las autoridades sanitarias para evitar la propagación de la infección. En cualquier caso, y en vista de la nueva etapa de la enfermedad camino de su gripalización, el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ya ha confirmado que sí habría procesiones de Semana Santa este año en Vitoria y en el resto de la provincia.
Tal y como han indicado a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA fuentes del Obispado, de momento se van a reunir las cinco cofradías de la capital alavesa para organizar recorridos y las medidas necesarias para garantizar cierta seguridad sanitaria, especialmente para garantizar el éxito de las salidas tras dos años sin procesionar por las calles de la capital alavesa.
Decisiones adoptadas
En la misma línea, ya hay decisiones que sí se han adoptado al respecto. De hecho, ya hay intención (que se materializará en breve), según los mismos portavoces eclesiales, de empezar a convocar a los cofrades, más de 500, para explorar el numero de participación en las procesiones.
También se ha decidido, por lógica, organizar y celebrar los oficios de Semana Santa en todas las parroquias de Vitoria y de la zona rural y los presididos por el obispo en las dos catedrales. No hay que olvidar que estas fechas son trascendentales en el calendario litúrgicos de la fe cristiana, y del acervo católico especialmente.
Con todo ello, cuando lleguen las fechas de marras a lo largo del próximo mes de abril, medio millar de ciudadanos hará un pequeño esfuerzo para resistirse a irse de vacaciones y quedarse en la ciudad con el fin de mantener vivos los actos religiosos de la Semana Santa.
Procesión del Silencio
Se trata de las 200 personas que aproximadamente acostumbraban a participar el jueves por la noche en la procesión del Silencio, una tradición que data de 1538, y que protagoniza la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad de la Vera Cruz.
En las mismas estarán otras 330 que acostumbraban a asistir a la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo, la más multitudinaria de todas, al contar con el apoyo de todas las cofradías.