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Reino Unido estudia volver a permitir el 'fracking' ante la crisis energética

El primer ministro británico Boris Johnson.

El Gobierno británico anunció este martes que ha encargado un estudio científico para valorar si el "fracking", una técnica de extracción de hidrocarburos vetada en Inglaterra en 2019 ante el riesgo de que provoque seísmos, puede volver a llevarse a cabo de manera "segura y sostenible".

El ministro de Empresas, Energía y Estrategia Industrial, Kwasi Kwarteng, afirmó en un comunicado que, ante la crisis de suministros y precios que ha desencadenado la invasión rusa de Ucrania, es "absolutamente correcto" que el Reino Unido explore "todas las posibles fuentes de energía domésticas".

Londres dejará a finales de este año de importar petróleo ruso, que representa el 8 % de su demanda interna, y estudia vías para dejar de comprar gas a Moscú, que supone el 3 % del consumo.

Se espera que el Gobierno británico publique este jueves su estrategia energética a largo plazo, en la que puede comprometerse a eliminar barreras legales para la instalación de parques eólicos, incrementar el peso de las nucleares e impulsar la producción de hidrocarburos en el mar del Norte.

Una de las incógnitas sobre el futuro "mix" energético británico es el papel que desempeñará la fracturación hidráulica, que se paralizó hace cerca de tres años en Inglaterra en base a un informe de la Autoridad para la Transición del Mar del Norte -un organismo púbico que regula el sector del petróleo- que alertaba de la imposibilidad de predecir la probabilidad y magnitud de terremotos provocados por explotaciones de "fracking".

Esta técnica, en la que se inyecta agua, arena y productos químicos a alta presión en el subsuelo para liberar gas atrapado entre las capas de roca, está también prohibida en Gales y Escocia.

Ahora, el Gobierno británico ha encargado un nuevo estudio al Servicio Geológico Británico para que determine si en estos tres años ha habido algún "nuevo desarrollo" tecnológico que permita reiniciar las extracciones en el subsuelo "reduciendo el riesgo y la magnitud de los eventos sísmicos".

El Ejecutivo pregunta a los expertos si "hay nuevas técnicas disponibles" y si "tienen confianza en que serían adecuadas para utilizarse en la fracturación (hidráulica) en el Reino Unido, con sus especificidades geológicas y su alta densidad de población".

El ministro recalcó que sus decisiones "siempre han estado y estarán guiadas por la ciencia", y aseguró que, "a menos que las últimas evidencias científicas demuestren que la extracción de gas de esquisto es segura, sostenible y crea mínimas molestias a aquellos que viven y trabajan en la zona, la pausa en Inglaterra (del 'fracking') continuará en vigor".

En cualquier caso, Kwarteng resaltó que la extracción de hidrocarburos no convencionales en suelo británico "no tendría efecto en los precios a corto plazo", dado que pasarían varios años antes de que la industria contase con capacidad producir cantidades suficientes para abastecer al mercado.

06/04/2022