El debate sobre la educación no es nuevo pero los últimos informes PISA han encendido las alarmas y han puesto el foco en que algo no está funcionando. Así que la pregunta es obvia. ¿Qué hacemos? Sobre esta cuestión reflexionan en su último libro "Qué hacemos con la educación. Desafíos del profesorado para una educación transformadora" el referente educativo, emérito de filosofía de la Universidad de Navarra Jaime Nubiola y su compañera María Rosa Espot.
"La educación transformadora está de moda pero mucha gente no sabe lo que significa. Pretendemos persuadir sobre la grandeza de la profesión docente porque es capaz de transformar a alumnos, padres y la propia sociedad. Los protagonistas de la educación no son los políticos", afirma Nubiola.
"Necesitamos repensar la educación", remarca porque "el mundo nos está estallando en el aula. Es un proyecto social difícil de gestionar con las personas actuales. Muchos profesores particularmente mayores están quemados", reconoce y considera que los cambios legislativos no ayudan. "Casi todos los que aprueban la legislación jamás han dado clase", critica. En concreto habla de la "pantallización" de la enseñanza.
“ La enseñanza es una profesión muy reconfortante, es la mejor profesión del mundo. ”
Jaime Nubiola
"Los niños son digitales. No necesitan que les enseñen a usar las tecnologías", destaca. "Para adultos vale pero jóvenes y niños necesitan prestar atención a otras personas. Lo más importante no son los contenidos sino la actitud ante la vida. Frente al consumismo y el economicismo, hacemos una defensa de la vida humana de calidad", remarca.
Cómo ser un buen profesor
Pero, ¿cómo ser un buen profesor? "Normalmente al joven profesor le decimos sé tú mismo. Pero claro, hace falta de que esté bien preparado para cautivar a sus alumnos. Ser capaz de atraer la atención de nuestros alumnos y enseñarles a concentrarse", explica.
Apuesta por mejorar la cualificación del profesorado, por ejemplo, subiendo el nivel y la nota para estudiar magisterio. "Falta a veces el componente vocacional para ser un buen maestro. Se habla de implantar un MIR", apunta. Una idea que entiende puede ser adecuada. "Aprender es una de las cosas que más nos gusta, a los jóvenes también. Lo que pasa que hay que explicarlo de forma atractiva, no aburrida. Eso sí, el aprendizaje requiere esfuerzo y hay que decírselo a los alumnos", añade.