Estos días muchos jóvenes se preparan para uno de los momentos más decisivos de toda su carrera como estudiantes. La selectividad está a la vuelta de la esquina y los nervios, la ansiedad y los miedos se apoderan de quienes serán el futuro.
"Hay que enseñarles a no autoexigirse"
Hemos podido hablar con Marije, orientadora del centro Antigua-Luberri, que vive en primera persona todo el proceso, tanto académico como personal, que viven estos jóvenes. Asegura que, además de la presión por lograr la nota necesaria para acceder al grado, habría que sumarle el vértigo que puede generar dar el salto a la vida universitaria. Todo esto puede desembocar en episodios de ansiedad y para ello, Marije recomienda "enseñarles a no autoexigirse, a gestionar esa ansiedad, a planificarse desde el principio…".
También nos hablaba sobre la importancia del apoyo y la orientación por parte de la familia. Y es que son muchos quienes no tienen claro a lo que quieren dedicarse en el futuro, lo que les provoca aún más presión, porque "el miedo a no saber que querer también existe" y por eso, "desde casa hay que explicarles cuáles son los distintos oficios, trabajos y másteres que existen".
Las notas de corte: otro hándicap
Las notas de corte son otro hándicap que traen de cabeza a muchos de los alumnos que desean poder estudiar un grado en alguna de las universidades del país. Se trata de la nota de acceso más baja de entre todos los estudiantes admitidos en un grado determinado. Las universidades, en función del número de plazas, aceptan el número de candidatos que les es posible en cada grado que ofrecen, comenzando por los estudiantes que tienen las notas de acceso más altas. El alumno que se queda con la última plaza establece la nota de corte para esa universidad y carrera. Lo que está ocurriendo con estas notas es que, en palabras de Marije, "cada vez son más los grados cuyas notas son muy altas"
Al igual que hay carreras cuyas notas de corte son prácticamente imposibles de alcanzar, también hay quienes tienen la suerte de que el grado que quieren cursar no exige una nota excesivamente alta. En la calle también nos hemos encontrado a más de un estudiante que nos confesaba que "con aprobar selectividad ya está, así que no me preocupa".
Llega la LOMLOE
Sin embargo, este complejo sistema está a punto de cambiar. Aunque aún no tengamos mucha información, la LOMLOE entrará en vigor el año que viene, y traerá importantes cambios en el ámbito de la educación en general y sobretodo en Bachillerato, afectando también a la prueba de acceso a la universidad.
Por otra parte, las universidades privadas pueden ser otra opción para no tener que lograr una nota concreta a la hora de elegir un grado pero, aún así, son muchas las decisiones que tienen que tomar estos jóvenes y quizá demasiado importantes e incluso trascendentes, para una edad que, de por sí, suele ser bastante convulsa. Pero, a pesar de todo, y aunque a veces lo parezca, el mundo no se acaba por suspender alguno de estos exámenes. Para no perder la fe y evitar tener la tentación de tirar la toalla, es recomendable tener planes alternativos. Podríamos decir que lo más importante es tener fe en uno mismo y creer en todo el trabajo hecho hasta el momento.