De curiosas confusiones han surgido divertidas anécdotas toda la vida, pero hay algunas que parecen increíbles por lo surrealistas que son. Es el caso de una mujer del condado de Cheshire, al noroeste de Inglaterra, a quien su amor por los animales la ha llevado a protagonizar una curiosa historia.
Según ha relatado el diario The Independent, la señora, de entre 60 y 70 años de edad, encontró un supuesto erizo bebé a un lado de una carretera y decidió rescatarlo, ya que normalmente los erizos no se dejan ver durante el día, lo que podía indicar que estaba en apuros.
En una caja con comida para gatos
La mujer, con la mejor intención del mundo, lo metió en una caja sin tocarlo, le puso comida para gatos y colocó la caja en un lugar cálido y oscuro, buscando el máximo bienestar del animal fuera de su hábitat natural. Así, pasó la noche en su casa y ella apenas lo miraba desde lejos para no estresarlo.
Preocupada porque durante toda la noche no se había movido, ni había comido ni había hecho sus necesidades, la señora decidió llevarlo a primera hora de la mañana siguiente a un centro de rescate de animales, la Reserva Natural y Hospital de Vida Silvestre de Lower Moss Wood, en Cheshire.
"Es el pompón de un gorro"
Allí acudió con un erizo bebé extrañamente inmóvil. La veterinaria que se encontraba en ese momento en el centro, Janet Kotze, se dio cuenta al abrir la caja que no había animal alguno y se lo comunicó a la mujer. "No es un erizo, es el pompón de un gorro", le desveló.
La veterinaria comentó a The Independent que para ellos “era bastante obvio, pero también se puede entender su equivocación. Cuando se lo expliqué ella dijo: '¡Estás bromeando! Dios mío, ¿cómo he podido hacer esto?’. Estaba tan concentrada en hacer lo correcto... Le preocupaba que no se hubiera movido ni siquiera hecho caca. Sería espeluznante si así fuera”.
Kotze, de 57 años, asegura que en los cinco años que lleva en el centro de rescate “nunca había visto algo así. Ella simplemente cogió la caja y se fue. Tenía un corazón de oro y siguió todos los consejos al pie de la letra”.
Un post de recuerdo
El personal del centro quiso dedicar un post en Facebook a esta anécdota y a las buenas intenciones que llevaba la mujer pese a su divertida equivocación. “Nuestros corazones se derritieron cuando un alma bondadosa pensó que estaba rescatando a un bebé erizo para acabar descubriendo que era el pompón esponjoso de un gorro, que recibió todo el amor y cariño. La bondad no conoce límites, incluso cuando se trata de un amigo falso y peludo”.
Y aprovecharon para explicar cómo se debe proceder para rescatar a un erizo, unos pasos que la mujer había seguido a la perfección. “Recuerde, si ve un erizo durante el día, es una señal de que algo no está bien. Póngalo en una caja con una fuente de calor y busque la ayuda de los veterinarios cercanos. ¡Mantengamos a salvo a nuestros amigos espinosos!”.