Desde entonces, seis generaciones de la misma familia han mantenido viva la llama de la tradición y la hospitalidad, convirtiendo a Salegi en un punto de referencia para los amantes de la buena mesa y las celebraciones especiales.
Desde sus humildes comienzos, Salegi ha sido testigo de una evolución constante. Fue pionero en muchas áreas, siendo el establecimiento que estrenó el teléfono en Itziar y el primero en ofrecer servicios de restauración. A lo largo de los años, ha experimentado una serie de transformaciones, agregando nuevos comedores, espacios para eventos y servicios adicionales, como su distintiva parrilla, que se ha convertido en una seña de identidad de la casa.
La dedicación incansable de la familia Salegi ha llevado al restaurante a convertirse en un referente en la organización de bodas y eventos. Desde íntimas hasta grandes celebraciones con distintos comedores que han ido incorporando con todo tipo de detalles para el bienestar del cliente. En la casa recuerdan incluso celebraciones matrimoniales compartiendo orquesta y divididos con un biombo que luego desaparecía con el jolgorio del momento.
Historia
Agustín Alzibar y Angeli Izagirre fueron los que transformaron Salegi, con inversiones constantes, hasta convertirse en el referente de enlaces. Esos referentes llegan incluso a repetir boda, pero de oro, para degustar esas clásicas elaboraciones que siguen en plena forma, como los fritos con sus croquetas, villaroys, chuletillas de cordero o el esplendor de su souflé, que crea adictos.
Salegi jatetxea
Dirección: Galtzada kalea, 13, Itziar, Deba
Teléfono: 943 199 004
Web: https://www.salegi.net/es/
Interiorismo: 7/10
Calificación: 7/10
La gestión del restaurante sigue siendo profundamente familiar, con Asier Fernández, el jefe de cocina, liderando la creación de una carta que se renueva según la temporada y su propia inspiración culinaria.
Tasio, pertenece a la sexta generación de la saga, estudió en el Basque Culinary Center. Su curriculum pasa por restaurantes de renombre como el Zuberoa, Urola, estancias en Antica Corte Pallavicina, en Parma (Italia), o las salidas formativas que lleva realizando en distintas temporadas como en Central, de Perú, México o Australia.
La carta
La esencia de la carta del restaurante está en elaboraciones tradicionales, como la Ensalada de chipirón de anzuelo, Pulpo con patatas con pimentón y verduras en tempura, Cordero lechal a la brasa o pescados como Kokotxas de merluza, Rape o Besugo que se perfuman al carbón.
No en vano, la incorporación de los jóvenes hace que se vayan introduciendo platos de nuevo corte, para el goce de Tasio, en la ejecución de elaboraciones más personales, fruto de sus aprendizajes y vivencias. El ceviche de ostra se presenta equilibrado con su leche de tigre y con un toque de picante de charapita de la amplia familia de ajís; la Gyoza vino como mar y montaña, rellenos de basetxerri, gamba blanca y guacamole. La gran calidad de producto se percibe en las alcachofas asadas y acompañadas de panceta, muy bien ejecutado en punto de cocción. Como final, acertamos en la recomendación del joven chef al probar el lumagorri, un contramuslo deshuesado hecho a baja temperatura y acabado final en las brasas con una cama de un arroz meloso muy sabroso.
Servicio a la vieja usanza, muy dinámico y con atención boutique; un espacio que se rige en la calidad, tanto en la carta como en el menú del día, con mesa y mantel.