Retales con historias es el proyecto artístico -desde hace algo más de dos años- con el que Ana Soro (donostiarra y periodista) y Marta Valdera (educadora y mitad donostiarra mitad sevillana) intentan contar las historias de la gente a través de pedacitos de papel, tela y cualquier textura que encuentren, ya que realizan tanto obras únicas y originales como pedidos personalizados.
La pasión por lo que hacen nació de casualidad en el momento en el que Marta intentaba introducir a Ana en el mundo de la pintura, algo que a ella se le daba bien, pero que, en el caso de Ana, “no funcionó en absoluto”. Una “tarde tonta” hicieron algo similar a un collage para una amiga en común en el que reflejaron distintos mensajes que querían trasmitirle. “El resultado nos gustó y empezamos a practicar y a estudiar la técnica, a probar composiciones, a meter cada vez más textura... incluso a mezclar collage con motivos cosidos, algo que nos caracteriza bastante a día de hoy”, explica Ana Soro.
Muchas horas de arduo trabajo
Conseguir hacer lo que llevan a cabo a día de hoy ha sido un aprendizaje de algo más de dos años para ambas. Además, destacan que les “entra la risa” cuando miran los collages que hacían al comienzo, porque -a pesar de que las ideas eran originales- les faltaba mucha técnica y perfección.
Por otra parte, especifican que el tiempo que invierten en cada creación depende un poco del tamaño de la obra, pues si lleva motivos cosidos o texturas, requieren de algo más de paciencia. En resumidas cuentas, entre dar con la idea, probar las composiciones, recortar el material, combinar colores, el proceso de pegado y la enmarcación, detrás de cada obra hay unas ocho horas como mínimo. Aunque en otras creaciones pueden llegar a tardar muchas horas más.
En el momento de llevar a cabo sus creaciones, ambas artesanas coinciden en que hay materiales más específicos que otros, lo que también les ha supuesto un aprendizaje. “No todos los papeles nos sirven para coser, por ejemplo, o para que tras el pegado queden bien”, comentan. Sin embargo, intentan comprar lo menos posible y van utilizando aquello que tienen disponible a su alrededor. “Somos buscadoras de tesoros en los contenedores y paseamos siempre mirando al suelo, por si acaso”, enfatizan.
Momentos verdaderamente especiales
Para las creadoras de Retales con historias, lo más bonito -sin duda- es ver la reacción de la persona que recibe el collage. Relatan que muchas veces les piden obras para regalar, protagonizadas por hijos, madres, abuelas... Cuando reciben los audios o incluso los vídeos del momento en el que se ven en una de las obras sienten que es un momento realmente especial.
Por ejemplo, recuerdan con cariño el collage que le hicieron a una chica que había perdido a su padre hace unos años y nos cuentan su historia. Esta joven quería regalarle a su hermana una obra con una fotografía preciosa de cuando su padre era joven. Al ver el collage, no pudo parar de llorar de la emoción y ambas creadoras tuvieron que hacer dos idénticos para ambas hermanas, lo que catalogan como “un momento realmente especial”.
Si quieres participar en esta sección, escribe a igandeaplus@ntm.eus
Sus proyectos más curiosos y peculiares
De entre las creaciones más peculiares que han realizado Ana Soro y Marta Valdera en Retales con historias, las artesanas se quedarían con un collage que les pidieron para un nazareno de Salamanca en el que tras muchas pruebas y sentirse atascadas, finalmente consiguieron jugar con las texturas y coser una bonita cruz sobre su fotografía. “Quedó muy bonito”, opinan.
Otro encargo que les supuso un gran reto fue una obra artística de 50x70 centímetros que hicieron a petición de la Central Art Gallery de Donostia, su obra más grande hasta el momento y de la que se enamoraron al instante.
Las obras de Ana Soro y Marta Valdera son más bonitas en persona
Ambas creadoras no se olvidan de la importancia de descansar y desconectar del mundo digital
En el caso de Ana Soro y Marta Valdera, creadoras de Retales con historias, ambas sienten que Instagram es su principal escaparate (@retales_con_historias), por lo que consideran que las redes sociales les han ayudado a la hora de dar a conocer su trabajo. Les permite mostrar tanto procesos a través de vídeos cortos como los resultados de sus obras. Sin embargo, en su caso, los collages son mucho más bonitos cuando se ven de cerca, sin pantallas de por medio. Por eso, consideran que los puntos de venta que tienen también son muy importantes, pues “quien ve una obra en directo, suele quedarse unos minutos observándola”.
Con unos 600 seguidores en este momento, las artesanas de Retales con historias no buscan crecer rápido. De hecho, ni siquiera tienen como objetivo crecer mucho en ese sentido, pues su producto se hace a mano y requiere mucho tiempo, tiempo que les gusta dedicar a “estar entre papeles”.
Pese a que Instagram les ayude a mostrar lo que hacen, interactuar con otros creadores y recibir mensajes, son conscientes del tiempo que lleva cuidar un perfil en redes y del enganche que puede producir, por lo que se ponen límites y no se olvidan de la desconexión digital. “Los fines de semana no publicamos: descansamos y creamos. Nada de pantallas”, concluyen.
¿Cuál es el paso a paso para llevarlo a cabo?
Las creadoras de Retales con historias nos comparten el paso a paso que suelen llevar a cabo para realizar sus obras. Lo primero que suelen hacer es recortar el personaje que va a protagonizar el proyecto, ya sea un pedido personalizado o una creación original suya. Cuando el personaje está recortado, suele darles las pistas de lo que podría contar, del contexto en el que podría estar... De esta forma, van probando composiciones, paisajes y situaciones hasta dar con la historia que quieren transmitir. Una vez la tienen más o menos clara van probando colores y texturas que funcionen y le den ese toque único a la obra, pues suelen pegar diferentes piezas con celo especial o añadir los cosidos hasta completar la creación. Finalmente, llega el paso más difícil y cuidadoso: “pegar toda la obra paso a paso y trocito a trocito”.