Vecinos de la Ribera de Deusto: " "Estamos impotentes ante tanto vandalismo"

En Bilbao, la reinauguración, este fin de semana, de la discoteca "Premier", la antigua Mao Mao, ha traído consigo la vuelta de los problemas de incivismo al barrio de Ribera de Deusto y Zorrozaurre. Así nos lo ha contado en Onda Vasca, una de las vecinas de esta zona, Rosa Mª González Elexpe. Asegura que el fin de semana no han podido dormir, por el jaleo, los ruidos y gamberrismo impresentable de algunos jóvenes a la salida de la discoteca: "ha sido terrible, al cerrar la discoteca, manadas de chavales jóvenes, algunos completamente pasados, les gritas por los balcones y ni se enteran, arrancando las macetas, los retrovisores de los coches y echándolos a los balcones de los primeros pisos, además de los coches particulares con la música a tope". 

Esta vecina nos explica que la discoteca Premier tiene licencia de apertura desde 2013, de hecho, ha cambiado varias veces de dueño (Columbus, Mao Mao), y tiene un aforo para unas 900 personas cuando en la zona viven poco más de 300 vecinos. 

El barrio tiene una sóla vía de acceso, la carretera de la ría en la ribera de Deusto, y todas las casas antiguas de madera "tiemblan" al paso de los autobuses fletados por la discoteca, y de los coches con la música a todo volumen. 

"Desde la discoteca nos dicen que ellos se encargan de lo que pasa dentro y es cierto que no son responsables de lo que pasa fuera de su puerta" reconoce Rosa Mª González: "Yo tengo 64 años, y quizás una visión de persona mayor, pero tengo un vecino de 30 años que estaba flipando, la gente va muy pasada".

PATRULLAS POLICIALES

Rosa Mª González nos ha explicado en Onda Vasca que "la segunda noche, la del sábado al domingo ha habido más patrullas y se ha notado, que ha bajado el incivismo", pero no deja de ser un parche que no ataja el origen del problema.

Desde Erribera Auzo Elkartea, Rosa asegura que "la mañana del sábado la policía municipal y los Bomberos tuvieron que sacar las bicis de alquiler municipal que habían tirado a la ría, y eso tiene un coste". Además, "la plaza recién inaugurada junto a los edificios de Digipen y de Mondragón se ha convertido en centro de reunión y botellón y los vecinos de esas casas no pueden dormir" denuncia. "¿No hay controles de drogas? Yo he sido joven y he salido mucho de juerga pero este vandalismo y lo pasados que van algunos es nuevo para mí". 

Rosa Mª González, denuncia que hay personas de alquiler que lo tienen fácil para irse, pero "yo a dónde voy, que nos pongan un hotel de fin de semana a todos los vecinos, es desesperante" ironiza. 

En su opinión, la solución es compleja, pero "no puede ser más importante el ocio, que el descanso de los vecinos, es complicado y no tengo muchas esperanzas, estamos impotentes" concluye.