El caso Obregón, que ha sido madre por gestación subrogada en Miami, y que el miércoles amenazaba con quedarse en una frivolidad, pasto de revistas del cuore, se ha convertido en un megaasunto que ha obligado a pronunciarse a casi todo el mundo con opiniones encontradas. La Iglesia también valoró ayer la maternidad de la actriz y presentadora, y los obispos españoles expresaron sus “reservas” porque las mujeres “no son incubadoras” y porque “ser madre no es en sentido estricto un derecho”, aunque entienden el “dolor” de las mujeres que no pueden ser madres.
Todo ello sin olvidar que los controvertidos vientres de alquiler, ilegales en España y legales en algunos países, han dado paso a una industria en alza a la que acuden cada vez más personas de edad avanzada. “Estamos viendo cada vez a personas de más edad recurriendo a vientres de alquiler sin planificar suficientemente qué pasará si fallecen antes de que sus hijos sean adultos”, aseguró ayer Sam Everingham, director del grupo de apoyo a la gestación subrogada Growing Families, con sede en Australia. De hecho, la firma “ha visto un aumento del 150% en las consultas de padres potenciales de más de 50 años en los últimos tres años”, afirmó Everingham, quien añadió que hay consultas de todas partes del mundo.
Por eso, tras las diatribas políticas y de tertulia televisiva, la Iglesia ha preferido mostrarse tajante en el rechazo. “La Iglesia, comprendiendo el dolor de no poder tener hijos, plantea sus reservas sobre el tema. No es por negar algo a la mujer, pero no puede ser una incubadora”, valoró ayer el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), César García Magán.
Cobertura legal
Además, sobre el caso concreto de Ana Obregón, García Magán afirmó que esa niña “por supuesto tiene derecho a ser bautizada” al igual que “se está administrando el bautismo a hijos de parejas homosexuales”. “La Iglesia es muy amplia, en los requisitos. No exige tener un doctorado en Teología para acceder al bautismo. A estos niños nacidos por gestación subrogada hay que darles toda la cobertura legal”.
Está técnica de reproducción asistida también ha detonado de lleno en el ámbito político. Por ejemplo, mientras el PSOE ha sido rotundo en su condena, la dirección nacional del PP se inclinó por abrir un debate para regularla con el requisito de que sea de forma altruista y no exista “en ningún caso” pago indirecto o directo a la madre gestante.
Sin embargo, el líder del PP, Núñez Feijóo, ya ha reculado y cree que ahora no es momento de abrir un debate sobre este asunto. No obstante, insiste en la necesidad de debatir más adelante aspectos como la inscripción de nacidos por gestación subrogada en el extranjero.
El que llegó más lejos ha sido el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, que planteó la posibilidad de “reforzar” la legislación actual para “impedir” que haya personas que hagan uso de la gestación subrogada en el extranjero, aunque subrayó que hay que estudiar la fórmula para no “cargar las culpas al niño”.
Asimismo, en el nuevo Código de Deontología Médica del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos se rechaza la gestación subrogada cuando haya contraprestación económica, pero se acepta aquella altruista “siempre que se preserve la dignidad de la mujer y el interés superior del menor”.