Tengo que preguntarle por el ‘brexit’. En la relación entre el Reino Unido y la Unión Europea, el ‘brexit’ y sus consecuencias todavía afectan demasiado al ámbito político y económico.
Sí, estoy de acuerdo con eso, pero creo que hay razones para ser optimistas en este momento, y es que las difíciles negociaciones sobre el Protocolo de Irlanda del Norte realmente parecen haber llegado a un acuerdo sobre lo que debe hacerse. Es un primer paso, que no el último, para corregir algunas de las cosas que no se resolvieron satisfactoriamente en el acuerdo original del brexit. El nuevo primer ministro, Rishi Sunak, ha demostrado cierto coraje político al abordar el Protocolo y debemos verlo como un punto de partida para hacer más. Creo que hay muchas áreas en las que deberíamos poder tener vínculos económicos más estrechos. La Unión Europea sigue siendo nuestro socio comercial más cercano e importante, pero también hay muchos otros aspectos. Desde el punto de vista galés, nos gustaría absolutamente que volviera el programa Erasmus Plus, que el programa Horizonte Europa incluya universidades galesas, volver al Euratom o que regresen las políticas comunes en seguridad alimentaria o salud pública. No hicimos esas cosas bien en el acuerdo original y debemos aprovechar esta nueva oportunidad.
La población galesa votó a favor del ‘brexit’, pero el Gobierno que usted preside es crítico con sus efectos. ¿Querría Gales volver a la UE o no es posible otra consulta?
No creo que eso sea posible en un futuro cercano, así que nuestros esfuerzos deben ir dirigidos no a tratar de reincorporarse a la Unión Europea, sino a establecer la mejor relación posible entre el Reino Unido y la UE en las circunstancias actuales. Si podemos demostrar que la relación va mejorando, entonces quién sabe qué posibilidades puede haber en el futuro. Pero por ahora, creo que el argumento sobre volver a unirse es una distracción de donde debería estar la acción real, que es hacer un mejor trabajo de la relación que existe actualmente.
Respecto a la política interna británica, ¿cómo ha sido su relación con el exprimer ministro Boris Johnson y qué tal se lleva con el actual, Rishi Sunak?
El mandato de Johnson fue difícil, básicamente porque apostaba por que todos los poderes estuvieran en Londres y en que el Gobierno de Londres tomara decisiones para todo el Reino Unido. Él pensaba que esa era la mejor manera de hacer las cosas; el problema fue que estaba muy equivocado, porque el efecto de la centralización en realidad fortalece al nacionalismo, no lo reduce. Su receta política era errónea e iba camino de terminar con el resultado opuesto al que trataba de lograr. Las relaciones con el nuevo primer ministro son más fáciles. Creo que tiene un enfoque más respetuoso con las naciones de Reino Unido. Obviamente, es un político conservador y yo soy del Partido Laborista, por lo que siempre habrá diferencias entre nosotros. Pero lo que espero es un primer ministro que respete el hecho de que ahora se toman decisiones en Escocia, Irlanda del Norte y Gales, y que tenemos el mandato democrático para hacerlo.
El laborismo se presenta ahora como una fuerte alternativa al Gobierno británico. ¿Confía en una victoria de su partido en las próximas generales?
Creo que si hubiera elecciones generales mañana, el Partido Laborista ganaría. Creo que la gente se ha decidido después de ver las cosas que sucedieron en Downing Street durante el covid y las consecuencias del desastroso Presupuesto de Liz Truss en septiembre del año pasado.