Los mazazos comenzaron a resonar en el barrio de Mendillorri a las 2.19 horas del domingo. Fueron 67 golpes, en los cuales se alternaron dos individuos con las caras tapadas, y un total de cinco minutos para fracturar el escaparate, introducirse en el interior del estanco y huir con decenas de cartones de tabaco.
Toda la secuencia ocurrida en la madrugada del domingo fue grabada por las cámaras de seguridad instaladas en el estanco de Joaquín Juanarena, en la calle concejo de Olaz de Iruñea. Este lunes, el grueso cristal fracturado por los asaltantes será repuesto.
Los ladrones emplearon un coche robado en Madrid para cometer el asalto que sobresaltó a numerosos vecinos de Mendillorri, algunos de los cuales grabaron la secuencia y pudieron tomar nota de la matrícula del vehículo. “Lo primero que hicieron fue subir el coche a la acera y colocarlo junto al estanco. Después empezaron a golpear el escaparate con una maza”, explica Joaquín Juanarena, que lleva 19 años regentando la expendeduría de tabaco.
TABACO Y NADA MÁS
Tal y como fue recogido por las cámaras, tras romper el cristal después de 67 mazazos –“los he contado uno a uno”, revela Joaquín–, uno de los ladrones se introdujo en el establecimiento y, con una bolsa, fue cargando todos los cartones de tabaco que pudo, situados detrás del mostrador. “Sólo cogieron tabaco, no les dio tiempo a más”, explica el estanquero.
Aunque el estanco está dotado de un sistema antirrobo de niebla, que llena el local de humo para dificultar la visión de los ladrones, “iban bien preparados, con linternas en la cabeza”. Los asaltantes integran supuestamente un grupo especializado itinerante que ha cometido, o intentado cometer, algunos robos en los últimos días en varias localidades de la Comunidad Foral. “En Orkoien lo intentaron, pero no pudieron llegar a entrar”, apunta Joaquín Juanarena. También perpetraron dos asaltos en localidades de Sakana.
Durante la jornada del domingo, el comerciante de Mendillorri interpuso una denuncia ante la Policía Municipal de Iruñea. Agentes de la Policía Nacional, de la Policía Científica, realizaron la inspección ocular y recabaron las grabaciones de las cámaras para investigar los hechos y tratar de detener a los autores.