Polideportivo

Roglic vuelve en Montserrat

El esloveno responde y derrota en el mano a mano a Ayuso y se sitúa líder de la Volta, donde Landa es cuarto
Primoz Roglic se impone a Juan Ayuso en Montserrat.
Primoz Roglic se impone a Juan Ayuso en Montserrat. / Efe

La Sagrada Familia aún repta para encaramarse al cielo que imaginó Antonio Gaudí en una carrera fabulosa en la que se entrelazan la ingeniería, la arquitectura y la imaginería religiosa.

En Montserrat sobresale un templo sagrado de la naturaleza, obra de la alfarería del tiempo, de los elementos, de las manos que diseñaron una montaña mágica, un altar de peculiar morfología en la que las rocas adoptan formas extraordinarias, tal vez sobrenaturales.

Un monte serrado, un macizo singular, de curvas caprichosas, extrañas La arquitectura de lo imposible. Un diseño asombroso, la orfebrería de lo salvaje. Ni los genios osan a doblegar la naturaleza. Como la entienden, los sabios la imitan. A esa montaña, un encuentro con otra dimensión, se asomó la Volta entre lo divino y lo humano.

Primoz Roglic conquistó esa tierra santa tres décadas después, el tiempo en el que la carrera no había accedido a la montaña. El esloveno, de regreso a su mejor pose, batió a Juan Ayuso en una llegada que replicaba punto por punto el final de La Molina. Esa fue su respuesta.

Roglic sucumbió la víspera, pero despachó a Ayuso en el Monasterio de Montserrat con el método de siempre, un esprint poderoso de montaña. Otra vez iluminado el esloveno.

A apenas unos segundos del esprint a dos, llegó el grupo con Mikel Landa, de nuevo excelente su rendimiento, Enric Mas, que adelanta al alavés por un segundo, Lenny Martinez, Gall y Van Eetvelt.

Mano a mano

Estrenó la vitrina del curso Roglic, que acomoda 89 victorias en su enciclopédico palmarés, con otro triunfo Made in Roglic. Un método patentado. Ayuso tuvo que entregar el liderato al esloveno en una cita que es un mano a mano, que ensaya el duelo que les aguarda en el Giro. No hay segundos que les separan. Solo el puestómetro. La igualdad manda entre ambos.

Son siameses Roglic y Ayuso, cada vez más despegados del resto. Mas, tercero ahora, concede 20 segundos respecto al esloveno y al alicantino. Mikel Landa, cuarto, está a 21. Lenny Martinez y Van Eetvelt frisan casi el medio minuto de retraso. La Volta se enfoca en el diálogo entre Roglic y Ayuso.

Volta a Catalunya

Cuarta etapa

1. Primoz Roglic (Red Bul) 4h24:08

2. Juan Ayuso (UAE) m.t.

3. Enric Mas (Movistar) a 3"

4. Lenny Martinez (Bahrain) m.t.

5. Mikel Landa (Soudal) m.t.

General

1. Primoz Roglic (Red Bull) -18h54:50

2. Juan Ayuso (UAE) m.t.

3. Enric Mas (Movistar) a 20"

4. Mikel Landa (Soudal) a 21"

Staune-Mittet y Steinhauser, fugados, querían observar esa obra singular sin la distracción ni el agobio del pelotón, lanzado hacia un decorado fastuoso sagrado en su paganismo. Convertida la montaña en una caja registradora. Un lucernario con preciosas vistas sostiene el Monasterio de Montserrat, al que acudían con la devoción de los feligreses los jerarcas.

La peregrinación de Steinhauser, el último suspiro de la rebelión, la ahogó el deseo de los aristócratas, inclementes cuando se trata del reparto de poder y tierras.

Descontada la mitad de la ascensión (8,8 kilómetros al 6,6% de pendiente media), el alemán alimentó el hambre del grupo, enfatizado por la muchachada de Ayuso, el líder que buscaba más sustento en una carrera en la que cada segundo es un bocado suculento.

Ataque de Ayuso

Adam Yates elevó el mentón del orgullo. Se desgajaron varios ante el latigazo del inglés, un líder convertido en gregario. La bolsa del UAE se puede permitir esos lujos. Resistían Ayuso, su líder, Mikel Landa, Roglic, Bernal, Mas…

Era la señal para la ignición. El preludio del estallido de Ayuso, bravo, al ataque. Landa, experimentado, fluido en la montaña, reconoció el gesto de inmediato, pero se deshilachó, laminado por el ímpetu de Ayuso. Soportó el primer jirón de piel, pero le descuadró después.

Roglic, más sereno, adoptó su pose de guepardo y se unió al líder. Le tocó el hombro. El esloveno es un competidor excelso. Ayuso, joven e irreverente, le invitó al baile. De momento lo suyo es un agarrado. Sin distancia. Contacto y piel. Vis a vis. Enemigos íntimos.

Se entendieron de maravilla y se retaron a otro final apasionante, de nuevo en los límites, mientras el resto se desgañitaban en la persecución, en apenas chasquidos. A punto estuvo Landa de cerrar la herida, de encolar la grieta, pero Roglic se impulsó.

Roglic, sonriente tras el triunfo

Roglic, sonriente tras el triunfo Efe

Ayuso no le quitaba ojo, soldado al esloveno. Ambos se citaron en otro esprint en las montañas. En La Molina, Ayuso se coló por dentro porque Roglic no le cerró la puerta y le batió por un palmo. En Montserrat, el alicantino también se acercó a las vallas. Tenía ganado el interior, pero Roglic mostró lo mejor de su catálogo, su capacidad de remate. La mantiene intacta. Es un puncheur excelente.

Puede conceder una derrota pero es improbable que ceda la gloria en una llegada perfecta para sus características por segundo día y frente al mismo rival. El esloveno le devolvió la moneda a Ayuso. Se tomó la venganza para encaramarse al liderato de la carrera.

“Las diferencias son mínimas. Quedan días duros y veremos qué pasa”, describió con una sonrisa el esloveno, un ciclista excelso. Siempre presente entre los mejores. Roglic vuelve en Montserrat.

2025-03-28T16:35:04+01:00
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