“Estoy ansioso por jugar, pero es un deporte que amo, no hay más presión”, revela Román Maldonado (Venado Tuerto, Argentina; 1999). Su primera final del Individual de pala de este sábado en Bilbao no le supone una tensión añadida. Urrutia le espera en el Bizkaia, a partir de las 15.15 horas.
Alcanza su primera final del Individual en su tercera participación. Si se lo dicen hace tres años...
—El Individual es muy duro y difícil de jugar. Hay que ser completo, porque si flaqueas, estás muy expuesto. He mejorado la parte física y estoy contento por estar aquí. Empecé con ciertas dudas. Gaubeka me tuvo contra las cuerdas, pero luego ante Necol me sentí bien, demostré que físicamente estoy a la altura. Estoy feliz y con ganas de coronarme.
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Con Urrutia acaba de llevarse la Liga Kutxabank.
—Es una gran persona y un gran deportista, pero quiere lo mismo que yo, que es ganar. Lo pelearé hasta el final. En el caso de consagrarme, me pondré feliz y si pierdo, me alegraré porque es un buen compañero.
Debutó en enero de 2022. Ha irrumpido en poco tiempo en la pala profesional, colocándose como uno de los delanteros a seguir.
—Desde el principio me puse como objetivo no ser uno más y competir con los mejores. Compararme con Fusto o con Gaubeka me parece un poco loco, una barbaridad y creo que no debo hacerlo. Con entrenar con ellos me siento bien. Disfruto del día a día. Necol me saca diez años y tiene buenos títulos en el profesionalismo, pero sé que me puedo medir con él. Desde el primer momento quise escalar.
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¿Cómo lleva la gestión de la tensión en citas de tamaño calado?
—Me gustan estos partidos y sentirme importante. Me apoya mucho la gente. En el pueblo –Larrabetzu, donde reside– me cuidan mucho. Yo juego por mi familia y por el público. Disfruto la presión. El sábado vendré a jugar como un día más, a gozar.
¿Se siente un referente?
—Es un poco apresurado. Tengo 24 y sé que estoy logrando cosas importantes, pero no creo que sea así. Sí que estoy dando clases en varios clubs y me conocen tanto en Argentina como en Euskadi. Si soy referente de algún pelotari; me alegro. Les digo que se acerquen y me escriban, porque soy uno más.