Polideportivo

Romeo enamora en Valencia

El vallisoletano se exhibe para abrir su palmarés profesional con una victoria soberbia en Alpuente tras una ataque en solitario en una etapa en la que Almeida se coloca de líder en su duelo con Buitrago
Romeo festeja su victoria.
Romeo festeja su victoria. / Movistar / Sprint Cycling

Actualizado hace 2 minutos

“Es un chaval muy cuerdo, muy inteligente, que analiza todo muy bien y tiene una actitud muy buena en la victoria y en la derrota. La victoria del Mundial será un punto de inflexión para él. Es muy ambicioso”, vaticinó Iván Velasco, responsable de rendimiento del Movistar, en este periódico después de que otro Iván, Romeo, se proclamara campeón del Mundo de contrarreloj sub’23 en Suiza.

“Iván es un pequeño diamante en bruto, tanto por potencial como por actitud. Su cabeza le va a llevar a hacer estas cosas. Más que él no ha creído en esto nadie. El haber ganado, ser campeón, no le va a cambiar, pero le servirá de punto de inflexión para que se lo crea un poco más y confiar en él aún más”, disertaba Velasco sobre aquel día, cuando Romeo dio cuerda a su reloj de oro.

En Alpuente, en la tercera jornada de la Volta a la Comunitat Valenciana, lo lució sin disimulo. Brilló, enérgico, el joven en su bautismo en el profesionalismo, que bramó tras agarrarse el casco de la incredulidad y la sorpresa. Logró su primera victoria en solitario.

Cuando recuperó el resuello, expulsó su adrenalina, que recorrió cada calle de un pueblo bello, colgado a 1.000 metros. “!Vamos, vamos, joder!” Romeo era pura emoción, un corazón que retumbaba adrenalina, una rostro dibujado por el éxtasis y lágrimas de felicidad.

Las encontró Romeo subrayando sus virtudes de contrarrelojista. Eligió el momento exacto, cuando se serenó la marejada, para desplegarse sobre la rampa de despegue. Atacó cuando aún restaban 17 kilómetros para la gloria.

“Era algo que estaba planeado. Me siento en las nubes. Es algo que venía buscando desde hace mucho tiempo y por lo que trabajamos todos los días. He dado un salto de calidad muy grande pero de nada sirve si luego no ganas", dijo.

Certificó Romeo con determinación su capacidad para rodar en solitario, sin nadie que le sombreara. Rugió su motor. La suya fue una crono dentro de un día nervioso que situó a Joao Almeida en el liderato de la carrera en su pulso cerrado con Santiago Buitrago, que se miran de reojo.

Pello Bilbao, tercero en la general

La desconfianza como lenguaje corporal. Vacek quedó descartado, perdido en la montaña. Pello Bilbao, excelente, cuarto este viernes, cierra el podio de la cita valenciana, donde se encorajinó el veinteañero Romeo.

Apagadas las brasas de la fuga, el foco de calor se fijó en el alto del Remedio, cuando codearon Joao Almeida y Santiago Buitrago en un vis a vis de ambición.

De Vacek, el líder que se había caído en el nervioso inicio, no había noticias. El luso, un diésel, un agonista, ha encontrado un tesoro: el cambio de ritmo gracias al método que aplica Javier Sola, gurú de la preparación y jefe de rendimiento del UAE.

Son varias las voces que señalan a Sola como el diseñador del mejor Pogacar, el hombre que ha alado al esloveno. El que ha encendido su turbina. Almeida es otro de sus alumnos.

No sólo se subió a la rueda de Buitrago, más ligero, escalador nato, sino que le sometió en la pancarta del alto, que repartía segundos de bonificación. Ese duelo lo estiraron en el descenso hasta que se ovilló de nuevo la carrera.

Soberbio Romeo

Cuando todo parecía en orden, se desmadejó Iván Romeo, rebelde y valiente. Una locomotora sobre raíles que hizo descarrilar a McNulty. El joven buscó agigantarse aún más ante el grupo de los elegidos en un recorrido sin descanso, pura electricidad en el que cada uno trataba de cortocircuitar al UAE.

Romeo, una central de vatios, enroscó la cabeza sobre el manillar y coceó los pedales con furia. Era el programa de centrifugado de una lavadora.

Por detrás, emergieron las dudas, las reservas, el racaneo para no sobre exponerse. Ajeno a esos juegos de poder, Romeo solo tenía ojos para el futuro, que masticaba con cada pedalada profunda. Cómodo en la soledad que muchos detestan abrió un puñado de segundos que nadie era capaz de lijarle.

Ni los últimos mil metros, con el mentón orgulloso, pudieron derribar a Romeo, que se olvidó del retrovisor. Solo giró la cabeza cuando restaban 500 metros y le esperaba la piedra bautismal de la dicha. Romeo enamora.

Volta a la Comunitat Valenciana

Tercera etapa

1. Iván Romeo (Movistar) 4h02:26

2. Santiago Buitrago (Bahrain) a 10”

3. Joao Almeida (UAE) m.t.

General

1. Joao Almeida (UAE) 9h14:30

2. Santiago Buitrago (Bahrain) a 2”

3. Pello Bilbao (Bahrain) a 21”

2025-02-07T20:59:32+01:00
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