Que nunca te limite la imaginación limitada de los demás. La frase es de la ingeniera, física y astronauta de la NASA Mae Jemison pero este consejo se aplica a la perfección a la lucha de la mujer en la ciencia. Este próximo martes se celebra de manera internacional el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia en una lucha de visibilización para seguir rompiendo estereotipos de género.
En esta lucha, treinta y cinco entidades vascas unen sus fuerzas en torno al proyecto Emakumeak Zientzian, ratificando así su compromiso con los objetivos de la iniciativa: hacer visible la actividad de las mujeres en la ciencia, romper con los roles típicamente masculinos atribuidos a las actividades científico-técnicas y fomentar la elección de carreras científicas entre niñas y adolescentes. Con estos objetivos en mente, las entidades suman fuerzas para la organización de un programa de actividades con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra cada año el 11 de febrero.
La programación de Emakumeak Zientzian 2025 se concentrará en la semana del 7 al 14 de febrero. Se ha diseñado un extenso programa de más de 60 actividades, abarcando todo el territorio del País Vasco para subrayar cómo las pequeñas acciones colectivas, persistentes en el tiempo, generan un impacto transformador. “Desde el trabajo de una científica hasta la chispa de curiosidad que se enciende en una niña, cada contribución es una semilla que alimenta un cambio real, profundo y sostenible”, añade la organización de Emakumeak Zientzian.
En este programa también intervendrán distintos testimonios de mujeres científicas que honrarán a alguna mujer científica y contarán también su testimonio. Una de estas mujeres ciéntificas adelanta a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA su testimonio y su pasión por la ciencia en primera persona.
TESTIMONIO
Maica Morant es de Ador (València). En 2018 se trasladó a Vitoria para trabajar como investigadora de CIC energiGUNE. CIC energiGUNE es un centro de almacenamiento de energía electroquímica (baterías y supercondensadores) y térmica que se encuentra situado en Gasteiz, en el Parque Tecnológico de Araba. Según su valoración, la ciencia y la tecnología han sido, históricamente, sectores dominados por hombres, especialmente en puestos de liderazgo. Aunque esto está cambiando poco a poco, “todavía queda mucho camino por recorrer”. Según la UNESCO, solo el 30% de los investigadores en el mundo son mujeres, y en cargos de alta responsabilidad la diferencia es aún mayor. “En nuestro centro, por suerte, contamos con una buena representación femenina, también en puestos clave, pero sabemos que esta no es la norma en todos lados. Por eso, nos sumamos a iniciativas que ayuden a reducir esta brecha y acerquen a más mujeres –que representan el 50% de la población– a un trabajo tan apasionante y necesario como la ciencia”, valora.
La actividad Científicas de ayer y hoy tiene como objetivo divulgar y comparar las trayectorias de científicas del pasado con las de las investigadoras actuales, analizando las diferencias y avances logrados a lo largo del tiempo. Además, busca poner en valor el trabajo de las pioneras, cuyo esfuerzo y dedicación han allanado el camino para que hoy en día muchas mujeres puedan desarrollarse en el ámbito científico. “Durante la ponencia, explicaré las ventajas, los métodos de fabricación y los componentes de las baterías de estado sólido. El objetivo es contarlo de forma cercana y divulgativa, mostrando que quienes nos dedicamos a la ciencia somos gente normal y corriente, y que no hace falta ser un genio para estar aquí, sino simplemente tener curiosidad y ganas de aprender”, explica.
Maica Morant también homenajeará a Marion Donovan
Además, Maica Morant también homenajeará a Marion Donovan. “La historia de Marion Donovan me parece fascinante porque su trayectoria no fue la típica de una científica. De hecho, no estudió ninguna carrera científica, sino Filología Inglesa, y trabajó en una revista de moda. Sin embargo, cuando fue madre y se encontró con el reto de cuidar a tres hijos y se dio cuenta en la cantidad ingente de horas que pasaba todos los días preparando pañales, vio un problema y decidió buscar una solución. Eso es precisamente lo que más me gusta de ella: su capacidad multidisciplinar y su enfoque práctico para resolver los desafíos del día a día. En lugar de conformarse con lo que había, usó su ingenio para mejorar su realidad, un rasgo que define a muchas grandes innovadoras”.
Pasión por la ciencia
“Lo que más me gusta de mi profesión es la variedad de experiencias que me ofrece. Me permite viajar, aprender cosas nuevas cada día y conocer a personas de diferentes nacionalidades, culturas y formas de pensar. Todo esto no solo me enriquece a nivel profesional, sino también personal. Además, trabajar en ciencia me da la oportunidad de aportar mi granito de arena al conocimiento, algo que se vuelve tangible cuando ves que otras personas leen y citan tu trabajo. Saber que lo que investigas tiene valor y puede ayudar a otros es realmente gratificante. Otro aspecto que disfruto mucho es el ambiente en los centros de investigación. Son espacios dinámicos, llenos de curiosidad y colaboración, donde es fácil compartir ideas, discutir avances y crecer junto a otros profesionales con la misma pasión por la ciencia”, ofrece su valoración más personal para referirse a su profesión. Y añade: “A mí me encanta ese momento eureka, cuando has estado peleando con un problema, probando distintas hipótesis, y de repente todas las piezas encajan. Es ese instante en el que entiendes el principio que hay detrás, eres capaz de explicarlo y, lo más importante, de reproducirlo. Para mí, ese momento genera una sensación de satisfacción enorme que hace que todo el esfuerzo previo haya valido la pena”. “La verdad es que ningún día es igual al anterior. Esa es, sin duda, una de las cosas más bonitas de esta profesión. Cada día nos enfrentamos a nuevos retos, formulamos hipótesis, diseñamos experimentos y, en función de los resultados, volvemos a replantearnos todo el proceso. Parte de nuestro tiempo lo pasamos en el laboratorio realizando experimentos, pero también dedicamos mucho tiempo a analizar esos datos y a difundirlos en ponencias y congresos y a preparar nuevas propuestas para conseguir financiación para futuros proyectos”.