Jesús Rodríguez Quintero, en los medios y para el gran público Jesús Quintero y cariñosamente recordado como El Loco de la Colina falleció hace ahora poco más de dos años, el 3 de octubre de 2022.
Con la intención de recordarle y rendirle homenaje, una de las que fue su casa, RTVE, está ultimando la serie documental El loco: los silencios de Quintero, que en dos capítulos repasará su intensa vida y obra. Según destaca la propia Corporación, “un retrato personal y profesional a través de archivo inédito y de testimonios exclusivos de su entorno más cercano, como sus hijas, Andrea y Lola, que recuerdan por primera vez su figura, y de grandes rostros del periodismo”.
Esta serie documental bucea en los distintos aspectos de quien para muchos marcó un antes y un después en los medios de comunicación con programas como El perro verde (tuvo dos ediciones, en 1988 y 1997), Ratones coloraos (entre 2002 y 2004 en Canal Sur y entre 2007 y 2009 en Canal Sur y Telemadrid) o El loco de la colina (2006, TVE), título con el que acabó siendo denominado. Particularmente este último programa, emitido en TVE en 2006, fue todo un hito. Uno de esos espacios que crea escuela gracias al particular estilo de Quintero tanto en el trato a los invitados a sus programas como a la hora de dirigirse personalmente a la cámara.
Y es que Jesús Quintero es, según lo define RTVE, “es uno de los grandes comunicadores, maestro de la entrevista y referente aún hoy para muchos comunicadores. Con su estilo propio, personalidad y transgresión impactó en los medios durante tres décadas”
PERSONA VS. PERSONAJE
RTVE presenta esta serie documental como “la historia jamás contada del loco más cuerdo de la colina. Una radiografía profesional y sentimental de un personaje complejo y fascinante que dejó más de 10.000 horas de entrevistas y cientos de horas de lo que ocurría tras las cámaras cuando los focos se apagaban”.
Pero en El loco: los silencios de Quintero no se habla solamente de lo profesional y lo que fue su paso por los medios de comunicación sino que también “retrata al mismo Quintero, a la persona que fue tragada por el personaje. Al Quintero esnob que utilizaba su vestimenta para ocultar que no soportaba el paso del tiempo. Al hombres fascinado por las mujeres. Al padre que entraba en éxtasis al mirar a sus hijas. Al enamorado de su tierra, que tenía un foco en su azotea para iluminar la Giralda por si se apagaba. Y al loco, que luchaba contra sus propias debilidades”.
Quintero consiguió premios como el Ondas Internacional en 1990, el Ondas 2001 al programa más innovador por El Vagamundo o la Antena de Oro en 2003.