Rubén Pardo: “El PAOK es un equipo peligroso, que combina y se asocia bien”

¿Cómo es el PAOK de Salónica?

Jugamos contra ellos la semana pasada y empatamos 0-0. Es un derbi de aquí, de la ciudad, en el que hay mucha tensión. Me parece un equipo peligroso, con jugadores de calidad como Konstantelias, que se asocia muy bien. Tiene también un buen extremo, Zivkovic, que ha estado lesionado y no sé si llegará… Es un equipo que combina y se asocia bien, pero si la Real está fuerte, creo que no va a tener problemas para ganar el partido.

¿Es más fuerte en casa que fuera?

En casa, como todos los equipos, se hacen fuertes, pero cuando han jugado fuera a veces se les nota que sufren más. Ese plus que tiene la Real, que va a jugar con su gente, pienso que le permitirá sacar los tres puntos.

Los derbis de Salónica tienen pinta de ser impresionantes...

Son más intensos que en la Liga española. Es el rival de la ciudad y se nota mucho. Hace dos semanas tuvimos el derbi en casa y nuestro campo fue una auténtica caldera y era una pasada cómo animaba nuestra gente. Eso es muy bueno para el jugador.

¿Dónde le situaría en la Liga, mitad de tabla?

Sí, por ahí.

Vienen 1.900 aficionados que agotaron las entradas en seis minutos...

Aquí es costumbre de la afición desplazarse a animar por todo el país e incluso en Europa viajan muchísimo. En Grecia la afición siempre está muy pendiente y encima de sus equipos, tanto en el fútbol como en el basket; lo llevan en la sangre.

¿Cómo está el fútbol griego?

Es un fútbol diferente, no es como estamos acostumbrados en la Liga, pero es un campeonato competitivo. Siempre es complicado ganar en muchos campos porque son pequeños, en alguno no hay grada y es completamente diferente. Vas allá, parece que todo va a ser fácil y al final los equipos te lo complican mucho.

El Olympiacos de Mendilibar es el líder.

Siempre esta ahí, siempre da la talla. Te pueden decir que no juega mucho al fútbol, pero ya se vio el año pasado en la Conference League y se está viendo este año en la liga que compiten muy bien y el sello de Mendi se nota allá donde esté. Cuando hemos jugado en contra hemos hablado un poco. También con Darko Kovacevic, claro.

¿Qué le contaba?

Estaba ahí en medio del campo, me vio y me gritó: "¡Txuri urdin!". Y se empezó a reír. Me hizo una ilusión de la hostia cuando me llamó así.

No está jugando en el Aris y el mercado sigue abierto...

Está siendo un año complicado deportivamente para mí. Hice una pretemporada muy buena, me dijeron que contaban conmigo en el final del mercado de verano, me quedé aquí y no he tenido ni un minuto. Y al final para el jugador es complicado. El mercado de invierno es más complejo y al final si sale una oferta que me cuadre y que vaya a mejorar y jugar al fútbol, la estudiaremos a ver qué se puede hacer. Yo no quiero retirarme ya. Me gusta mucho el fútbol y quiero seguir jugando. Llevo seis meses sin jugar, pero estoy entrenando todos los días, con buenas sensaciones y quiero jugar más al fútbol.

Hace fresco fuera de la Real...

Sí. Obviamente. Cuando sales de San Sebastián, para mí la Real es top no ya de España sino de Europa. Sales y no es lo mismo ir a una ciudad deportiva que ir a Zubieta. Zubieta está creciendo en todos los aspectos, mira Anoeta qué campazo, y el club, que año tras año continúa en progresión.

¿Mantiene el contacto con compañeros?

Suelo estar en contacto con Oyarzabal casi todas las semanas, con Elustondo también. Con los demás no mantengo mucha relación, pero con Mikel hablo, sé que están en una semana complicada, aunque a ver si el jueves ganan y vuelven a la senda de la victoria.

¿Le ha notado preocupado?

La última vez que hablé con él fue el viernes, cuando volvía de Roma. Te afecta el no ganar, pero en el fútbol no todo es bonito y a lo largo de un año tienes momentos buenos, no tan buenos, peores y ahora el equipo atraviesa por un bache. Hay intentar cortar la racha cuanto antes y esperemos que sea este jueves.

Nos acostumbramos a lo bueno rápido. La gente no se acuerda por lo que pasó su generación...

Cuando jugábamos nosotros, las rachas malas no eran dos o tres partidos, se alargaban más y salías de Anoeta jodido porque a veces cogías la pelota y te pitaban. La afición quiere resultados, que el equipo gane y, obviamente, tienen que entender que podemos perder como se puede ganar. Esta generación de la Real está acostumbrada a más victorias que derrotas y han acostumbrado a la afición a ganar. Ahora están en una racha de malos resultados, pero, bueno, así es el fútbol y a ver si se corta el jueves.

¿Imanol le parece clave en el proyecto? ¿Mantiene el contacto?

No he hablado con él. Alguna vez cuando estaba en el Leganés algún mensaje nos hemos enviado. Lógicamente, que nadie tenga dudas de que es el entrenador indicado para la Real para mucho, mucho tiempo. Estoy convencido de que todos los jugadores están con él al 100%. Tiene un mensaje que llega a todos los jugadores y estoy seguro de que van todos remando en la misma dirección para intentar cortar esta racha. Y el más implicado es él. Se ve cómo trabaja, cómo apoya a los jugadores. Que yo he estado en las dos situaciones con él, la de jugar y la de no jugar, y es increíble cómo trata a la gente. Eso es fundamental en un vestuario.

¿Le quedó la espina clavada de no poder despedirse de su afición?

Totalmente. Me hubiese gustado jugar mucho más en la Real, se dio así la situación, pero a la afición y al club les tengo un cariño enorme y es una pena no haber vuelto a Anoeta, aunque sea de rival, para despedirme de la afición txuri-urdin porque el cariño que me ha dado en los años que estuve allí fue brutal. Espero que alguna vez se lo pueda devolver en Anoeta y ojalá sea jugando.

Usted cumplió su sueño de ganar un título con la Real. Puso la asistencia del primer gol, la primera piedra...

Es verdad que jugué el partido de Becerril, luego fui convocado a Ceuta y contra el Espanyol… Mi currículum dice que tengo esa Copa (risas).

¿Está contenta en Salónica su familia?

Está muy cómoda aquí, muy adaptada a lo que es Salónica. Eso es de agradecer. Deportivamente no estoy jugando, pero el ver a mi familia cómoda me hace sentir bien. No hablamos griego. Mi hija se está empapando del inglés y eso es importante. Cuando regrese, me gustaría vivir en Donostia, aún tengo una casa y me encanta la vida allí.