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Rusia duda entre replegarse o luchar por el control de la región anexionada de Jersón

Moscú asegura a través del Ministerio de Defensa que sus tropas han conseguido repeler todos los ataques ucranianos
El puente Antonovsky en Jerson

La contraofensiva ucraniana en la región sureña de Jersón, donde Kiev continúa recuperando territorio, ha provocado que Rusia se encuentre ante un dilema: luchar por la provincia recién anexionada o, por lo contrario, replegarse. Según Kiev y algunos análisis occidentales, las tropas rusas ya han comenzado a retirarse en paralelo a la evacuación de civiles de la región y de la única capital provincial bajo su control.

De perder Jersón, esencial para el corredor terrestre que ha conseguido crear desde el este al sur y para la protección y el suministro de agua de la anexionada península de Crimea, Rusia sufriría uno de los golpes más duros desde el inicio de la guerra.

El Estado Mayor General ucraniano indicó en su parte bélico que “unidades separadas de las fuerzas de ocupación rusas continúan abandonando el territorio temporalmente ocupado de Jersón”. Afirmó que “el enemigo ha abandonado por completo varias localidades y que los oficiales y el personal médico han sido evacuados de Berislav”, justo enfrente.

A esto se suma que, en los últimos días, las fuerzas rusas han transportado “bastante activamente” munición, equipo bélico a la margen izquierda a través de ferris, según la portavoz del Mando Sur de Ucrania, Nataliya Gumenyuk.

La inteligencia británica consideró el pasado jueves que “probable que las autoridades rusas estén seriamente considerando un repliegue importante de sus fuerzas del lado derecho del Dniéper”. Al día siguiente, el estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) sostuvo directamente que “la retirada rusa del oeste de Jersón ha comenzado” y se prolongará “durante varias semanas”.

Dejar a los movilizados

El Mando Sur de Ucrania cree que Rusia dejará unos 2.000 hombres recién movilizados y poco entrenados al cargo de las líneas de defensa y continuará atacando las posiciones ucranianas para cubrir la retirada de las tropas a través del río.

El Kremlin, por su parte, no quiso pronunciarse sobre si Vladímir Putin ha ordenado o no un repliegue de la región. El portavoz, Dmitri Peskov, remitió al Ministerio de Defensa, que guarda por ahora silencio sobre sus planes. En el plano bélico, el Ministerio de Defensa, encabezado por Serguéi Shoigú, asegura a diario que ha repelido ataques ucranianos en la provincia. Ayer, el portavoz castrense, Ígor Konashénkov, manifestó que “el enemigo intentó sin éxito atacar con un batallón de infantería motorizado reforzado las posiciones de nuestras tropas” en cuatro localidades de la región. “El enemigo fue obligado a regresar a sus posiciones iniciales. Más de 90 militares ucranianos, tres tanques y ocho vehículos blindados de combate fueron destruidos”, aseguró.

También las autoridades prorrusas intentan hacer ver que todo está bajo control en el frente. Ucrania, afirmó en Telegram el vicegobernador de Jersón, Kirl Stremosúsov, “intenta romper la línea de defensa en pequeños grupos, pero son inmediatamente destruidos por fuego de artillería”. Aseguró además que la primera línea de defensa “ya está comenzando a prepararse para el invierno”.

Contacto

EE.UU.-Rusia. El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, y el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, abordaron ayer por segunda vez en una semana la situación en Ucrania, según informó el Ministerio de Defensa ruso. Los jefes de los departamentos de Defensa de Rusia y EE.UU. discutieron la situación en Ucrania”, señaló Moscú en un breve comunicado, en el que no reveló más detalles.

Hace tan solo dos días Shoigú y Austin ya mantuvieron una conversación telefónica sobre la campaña militar rusa en Ucrania.

25/10/2022