Desde el barrio de Murueta, en Orozko, recorremos varias cimas de los mal llamados montes de Arrola, mejor denominados como montes de la sierra de Ezkila. Además de Jesuri y Elorritxugane accederemos a la ermita de Santa Marina, precisamente en la cima de Arrola.
DATOS PRINCIPALES
· Kilómetros: 11,85 km
· Desnivel positivo: 667+
· Duración: corriendo 1:30h / Caminar - correr: 2:05h / Senderismo 2:50h
LLEGADA AL PUNTO DE PARTIDA
· Desde Bilbao, saliendo por la parte sur de la ciudad tomamos la AP-68 y en la salida numero 3 cogemos la desviación a Llodio. Ahí cogemos la A-2522 dirección Orozko para tras pasar bajo la autopista girar a la derecha hasta Murueta.
· Desde Donostia tomamos la AP-8 sentido Bilbao. Antes de llegar a la capital vizcaína cogemos la salida 110 y por medio de la BI-625 una vez pasado Arrigorriaga nos incorporamos a la AP-68. Seguimos las indicaciones del punto anterior.
· Desde Vitoria, salimos por la N-622 y en Altube nos incorporamos a la AP-68. Cogemos la salida 3 hasta Llodio. Ahí tomamos la A-2522 dirección Orozko para tras pasar bajo la autopista girar a la derecha hasta Murueta.
· Desde Pamplona, por la A-15 y la A-10 llegamos a Alsasua donde cogemos la N-1 sentido Madrid. En la salida 352 nos incorporamos a la N-622 y seguimos lo anteriormente citado.
DESCRIPCIÓN
Separando las poblaciones de Laudio, en Araba, y Orozko, en Bizkaia, se encuentra esta sierra mal llamada montes de Arrola y bien denominada como sierra de Ezkila. No presenta unas cimas con alturas muy exageradas – 749m. en Jesuri como máxima– pero teniendo en cuenta que partimos de un desnivel de menos de 200 metros, es fácil sacar en pocos kilómetros una buena acumulación de metros positivos al recorrerla.
Arrancamos por la carretera que une Murueta con Pagazaundu
Esta sierra separa los ríos Nervión, al oeste, y Altube, al este, con el valle de Orozko, mientras que al norte queda el valle de Laudio. Nosotros partimos desde el barrio de Murueta, al que accedemos por la carretera que une los dos valles. Dejamos nuestro vehículo en el aparcamiento junto a la iglesia San Pedro Apóstol y al Hotel Osabarena, donde al regresar de la ruta es posible tomar algo como premio.
Dejamos el asfalto y entramos de lleno en el monte
Arrancamos, y no es un comienzo sencillo, ya que el trayecto no escatima en esfuerzo y nos somete a uno duro por la pista cementada que conecta el barrio de Murueta con el de Pagazandu. En menos de kilómetro y medio ascendemos 200 metros. En algunos tramos el desnivel es altísimo, pero gracias al piso, en perfecto estado, avanzamos con paso firme sin mayor problema. Atravesamos Pagazandu con varios caseríos de enorme belleza y ya dejamos atrás el cemento para cambiar nuestro caminar a terreno de montaña propiamente dicho. Seguimos subiendo, ahora con algo más de dificultad ya que el suelo es irregular, con poca piedra, pero debido a las últimas lluvias el barro nos acompaña en cada pisada.
CONSEJOS PARA REALIZAR ESTA RUTA
Hidratación. Tenemos, así como en el inicio y fin de ruta, una fuente a mitad de camino, realmente un manantial, donde poder recargar nuestros depósitos.
Calzado. Aunque el inicio y el final es asfaltado, durante el recorrido habrá lugares con posible acumulación de barro, por lo que es importante llevar buena suela con taco.
Dificultad. Ruta sencilla a excepción del moderado desnivel que puede presentar algo de dificultad.
El comienzo por la pista es cómodo, pero según vamos internándonos en el bosque, las primeras rampas duras empiezan a aparecer. Nada más tomar un giro a la derecha, incluso parece que se nos pone todo en contra, porque en la bifurcación el camino a tomar no es el sendero descendente sino el ascendente, mejor denominado repecho vertical; una tremenda pared se nos pone delante. Eso sí, en un entorno espectacular, rodeados de vegetación y con las copas de los arboles como cielo improvisado.
HAYEDO DE URUNETA
Poco a poco, como no puede ser de otra forma, lo vamos subiendo. La recompensa bien merece la pena. Al final de la dura subida aparecemos en un espectacular bosque repleto de hayas trasmochas. Se trata del hayedo de Uruneta y estos ejemplares de árboles son el resultado de la modificación por la acción humana.
Hayedo de Uruneta
A diferencia de las hayas que crecen naturalmente hacia arriba, las hayas trasmochas tienen un tronco grueso de unos dos metros de altura, a partir del cual se realizan cortes dirigidos para evitar que crezcan en altura y fomentar su crecimiento en anchura. Esta técnica, conocida como trasmocho, se utilizaba históricamente para obtener madera sin que los árboles alcanzaran las dimensiones deseadas para la construcción naval, lo que permitía a los aldeanos eludir la expropiación forzosa de madera por parte del estado. Un ejemplo muy conocido es el hayedo de Otzarreta, en las faldas del Gorbea.
HACIA LAS CIMAS
Pasado el hayedo remontamos la ladera sur del barranco de Arrola para llegar a nuestra primera cima: Elorritxugane o Kukutza (729m.) Está tradicionalmente considerada frontera natural entre Bizkaia y Araba, pero realmente el punto más alto pertenece a Orozko, es decir, es cima vizcaína. Las vistas a Llodio, la sierra Salvada, y los montes de Cantabria son simplemente indescriptibles. Entre ellas vislumbramos nuestro próximo destino, a donde nos dirigimos por la evidente pista que recorre el cordal hasta llegar a una bifurcación de cuatro caminos.
Cima de Elorritxugane
Elegimos seguir de frente, y tras atravesar la valla y salvar la primera parte, muy embarrada, acometemos la ascensión a la segunda cumbre. Primero atravesando el bosque y después seguimos a cielo abierto por la ladera herbosa. Estamos en la cima de Jesuri o Larragorri (751m.) Los naturales de la zona también le llaman Kastillo, por los restos que aún quedan de un pequeño fortín aquí situado durante las guerras carlistas. Aquí las vistas se magnifican con la visión de todo el macizo de Gorbea con Itxina en primer término.
En la cumbre de Jesuri
ERMITA DE SANTA MARINA DE ARROLA
Continuamos, previo paso por el promontorio rocoso de Arriurdin, en dirección a la ermita de Santa Marina de Arrola (668m.), la última cumbre que hoy vamos a hollar. Enfrente tenemos las vistas del monte Untzueta, y nos separa de él el barranco de Urdiola. Cuentan en Orozko que los gentiles jugaban a la pelota con piedras redondas de cuatro o cinco arrobas, colocándose unos en el monte Untzueta y otros en el de Santa Marina. Tras descansar en las mesas, en el refugio abierto, en caso de mal tiempo y las fotos de rigor, tomamos el camino de regreso. Desandamos nuestros pasos para continuar por la pista que desciende hasta el manantial de Jesuripozueta, donde giraremos a la derecha.
El buzón en Santa Marina de Arrola
Descendemos hasta el barrio Sagarminaga, el cual atravesamos, y tras recorrer un estrecho sendero llegamos a las puertas de un impresionante caserío, donde tomaremos la pista descendente a la izquierda que nos conducirá de nuevo a Murueta. En resumen, una salida sencilla, apta para todos los públicos, repleta de bosques singulares, repechos duros, bien de barro en época de lluvia, y, sobre todo, tres cimas, a cada cual con mejores vistas de nuestros montes.
PLANES ALTERNATIVOS
Aquí presentamos un par de opciones extras con las que completar nuestra jornada de montaña:
· Visita a Orozko: goza de un entorno privilegiado, entre montañas, bosques, cuevas, caseríos y arroyos. Este valle es un lugar muy tranquilo con barrios encantadores. Destacamos sobre todo la iglesia de San Bartolomé de Olarte, situada en el barrio Ibarra, y la iglesia San Pedro de Murueta. La primera posee una única nave y su origen se remonta a finales del siglo XIV., la segunda también cuenta con una nave, en ábside poligonal y bóvedas de crucería. Uno de los edificios más emblemáticos de Orozko es la torre de Aranguren, con aspecto de palacete y construida en el siglo XVI en el camino que une los barrios Zubiaur e Ibarra, combinando elementos góticos y renacentistas. Por último, reseñar el hermoso puente renacentista Anunzibai, erigido por el arquitecto Martín de Larrea y Leguerzana en 1741. Destaca por su arco de sillería rematado por un calvario.
· Visita a un museo etnográfico: en el propio Orozko podemos visitarlo. Ubicado en la Casa Palacio Legorburu, un edificio del siglo XVIII de carácter señorial, más conocido como Casa Kareaga. se trata de un museo para venir con la familia, con amigos, con la pareja o en grupo. Si nos interesan las tradiciones y la cultura vasca es visita obligada ya que. Descubriremos cómo eran nuestros antepasados, y cuáles eran sus tradiciones y peculiaridades. Más info en https://www.orozkomuseoa.eus/
Podremos reponer fuerzas en cualquiera de los sitios descritos, tanto en la cercana Llodio, como por supuesto en Orozko.