El afeitado, con cuchilla o con maquinilla, forma parte de la rutina habitual de belleza de muchos hombres. Sin embargo, cada vez son más los que se dejan barba, bien porque les gusta, para camuflar imperfecciones del rostro o simplemente para darse un respiro del afeitado diario.
Frente a la imagen de falta de higiene o de refinamiento con la que se relacionaba la barba hace unos años, dejársela crecer es actualmente tendencia y son ya muchos los hombres, de cualquier edad o condición, que la lucen prestándole algunos de ellos una atención muy exclusiva a su recorte, lavado y peinado.
Si eres de los que aún te afeitas con asiduidad, tal vez lo hagas a cualquier hora del día o de la noche, e incluso cada día en un momento diferente. Y es que puede que nunca te hayas preguntado si hay un momento del día mejor que otro para hacerlo.
Y el mejor momento es...
Pues bien, según los expertos, el mejor momento del día para afeitarse es por la mañana, al menos 30 minutos después de levantarse. En ese momento, el afeitado será más preciso y se reduce la posibilidad de cortes y rojeces, ya que los capilares están menos vascularizados. Si tu barba es gruesa y te crece muy rápido, otras ventaja de afeitarte por la mañana será que tendrás la cara impecable durante todo el día.
Establecer el afeitado como parte de tu rutina matinal te permitirá llevarlo a cabo tras una noche de descanso y en el momento del día en el que estás más despejado y lleno de energía. Sin embargo, esto no es siempre así y lo que para uno son todo ventajas para otro pueden ser inconvenientes. De esta forma, si eres de los que al levantarte de la cama sigues dormido, no se te ocurra afeitarte enseguida, ya que podrías cortarte y provocarte una buena hemorragia para empezar el día. Tampoco te afeites por la mañana si eres de los que se te pegan las sábanas y no eres capaz de levantarte un rato antes para hacerlo con tranquilidad. Un afeitado con prisas puede tener consecuencias como cortes, quemaduras con la cuchilla o un afeitado irregular.
Pros y contras de la noche
Llegados a este punto, tal vez tampoco sea mala idea afeitarse por la noche y es que, igual que hacerlo por la mañana, tiene sus pros y sus contras. Al haber terminado la jornada y no estar condicionado por la hora, puedes dedicarle más tiempo y hacerlo con más cuidado. Ante posibles cortes, no te verás obligado a salir de casa corriendo con el pequeño pegote de papel higénico en la cara para parar la hemorragia.
Además, por la noche, mientras duermes, tu piel recién afeitada (sobre todo si tu barba es dura y tu piel sensible) tendrá tiempo de descansar y de restaurarse antes de salir a la calle. Esto reducirá el enrojecimiento y dejará más tiempo para que los posibles cortes se curen. De esta forma también evitarás que tu piel se irrite al entrar en contacto tras el afeitado y de forma inmediata con cuellos de camisas o de jerseys.
Sin embargo, pese a que afeitarte por la noche te permitirá levantarte unos minutos más tarde por la mañana, no está recomendado para todos los hombres. Si tu barba es gruesa y crece rápido, rasurarla por la noche hará que no puedas disfrutar de un afeitado apurado durante todo el día. Además, por la noche la piel es menos flexible y si no te has duchado antes, el afeitado será menos suave y preciso. El cansancio y las ganas de irte a la cama también pueden contribuir a que no obtengas el mejor afeitado.
Si hay un momento del día en el que no deberías afeitarte nunca ese es después de comer, puesto que con la digestión los vasos capilares llevan un mayor flujo de sangre y es más fácil cortarse.
Como conclusión, los expertos señalan que el afeitado por la mañana tiene más ventajas que por la noche aunque, en última instancia, se trata de una decisión personal. Eso sí, intenta respetar La regla de los 30 minutos, es decir, afeitarte al menos 30 minutos después de levantarte de la cama. Nada más despertarte tu piel está hinchada y tendrás la sensación de tener la cara adormilada. Dale tiempo para que se despierte y esté más preparada para el afeitado, evitando así irritaciones y cortes innecesarios.