Indiscutible para Juan Ignacio Martínez en la delantera del Zaragoza, Sabin Merino (Urduliz, 4-I-1992) se enfrenta a un Amorebieta que se interesó por su situación con vistas a una ventana invernal en la que dejó el Leganés para recalar en La Romareda. "Hablé con Asier (Goiria), pero fue solo una toma de contacto, nada más", confirma el exdelantero del Athletic, que no se fía de la mala situación clasificatoria de los azules y advierte que las opciones de permanencia "siempre son reales mientras las matemáticas lo digan".
Atendió en septiembre de 2021 la llamada de DEIA como jugador del Leganés y lo hace ahora en las filas del Zaragoza. ¿Las cosas le han cambiado para mejor?
—Individualmente sí, porque quería tener más participación. En el Leganés tenía minutos, pero no salía mucho de inicio y desde que he llegado al Zaragoza me han dado ese voto de confianza que quizás no tenía allí.
Llevaba cuatro años en Butarque. ¿Necesitaba también un cambio de aires?
—Un poco, sí. Quieras o no, cuando llevas años con la misma gente y en un entorno similar te acomodas un poco.
El momento para llegar al Zaragoza no fue el mejor. El equipo estaba en una situación delicada.
—Es verdad que cuando llegué la situación era un poco complicada, pero a base de buenos partidos hemos sacado buenos resultados y ahora miramos hacia otros horizontes.
Tienen un colchón de doce puntos respecto al descenso y están a nueve puntos del 'play-off' de ascenso. ¿El objetivo es entrar entre los seis primeros?
—Bueno, el único objetivo que tenemos ahora mismo es ganar al Amorebieta después del mal partido que hicimos en Cartagena en términos generales. Estamos en una zona intermedia de la clasificación y podemos quedarnos en tierra de nadie, así que intentaremos sumar los máximos puntos posibles a la espera de los pinchazos de los equipos que están en puestos de play-off.
Repasando la reacción de la prensa de Zaragoza a su fichaje, varios medios le señalaron como la esperanza del club para escapar de la zona baja de la clasificación.
—No soy mucho de leer la prensa, ni de entrar en redes sociales. Cuando las cosas van bien siempre se va a hablar positivamente de uno, pero cuando van mal sucede al revés y puede perjudicarte. Cuando llevas años en esto sabes ya cómo funciona todo y mi único objetivo ya dije que era aportar todo lo que podía dentro y fuera del campo para salir de la mala situación en la que estábamos. Hasta ahora no ha podido ser con goles, pero creo que sí he aportado en muchas otras facetas que necesitaba el equipo.
Su último tanto, cierto es, lo firmó hace cuatro meses con el Leganés. ¿No siente cierta presión por empezar a ver portería?
—Me encanta hacer goles, los he hecho durante toda mi vida y para un delantero siempre es importante, así que me gustaría hacerlos cuanto antes, pero sin obsesionarme. No me presiono mucho con ello, porque cuando te centras demasiado en algo hay otras cosas que dejas de hacer y sirven también al equipo. Marcar es algo que tengo pendiente en la cabeza, pero sin darle demasiadas vueltas.
Ha heredado el número 10 de Javi Ros, cedido en el Amorebieta, precisamente. No es un dorsal cualquiera.
—Desde luego. Había pocas opciones y llevar un dorsal como el 10 siempre gusta.
En cuanto al partido en sí, ¿pueden cometer el error de confiarse en exceso al recibir a un equipo que figura a nueve puntos de la permanencia y que enlaza siete jornadas sin ganar?
—No, afrontamos el partido con el máximo respeto al Amorebieta, porque sabemos cómo compiten y cómo es la Segunda División. Si salimos relajados al campo, somos conscientes de lo que nos va a pasar.
Usted no estaba todavía en la plantilla, pero sus compañeros no pudieron pasar del 1-1 en la primera vuelta en Lezama. Ahí tienen el aviso.
—Así es. Aquel partido fue complicado también y tanto el cuerpo técnico como los futbolistas estamos avisados.
¿Ha podido seguir al Amorebieta durante la temporada?
—No en exceso, pero sí he visto partidos de ellos y, sobre todo, es un equipo que compite muy bien. Disputa todo y más, no da un balón por perdido y es un rival difícil de superar. Si alguien encara este partido con otra mentalidad, está equivocado.
¿Le sorprendió la destitución de Iñigo Vélez de Mendizabal?
—Sí, me extrañó porque veía que había buena sintonía en general, pero desde fuera se puede ver una cosa y dentro ser todo lo contrario. No sé lo que ha podido pasar, ni la opinión que tenían los jugadores o el director deportivo.
Desde su experiencia en la categoría, ¿ve a los azules con opciones reales de salvarse?
—Opciones reales siempre hay mientras que las matemáticas lo digan. He visto muchos casos en los que equipos que han estado a bastante distancia de la permanencia se han salvado o han podido salvarse en la última jornada.
En el mercado de invierno, antes del cambio de entrenador, recaló en Urritxe Sergio Moreno para aportar gol al equipo. ¿Llegó a interesarse por su situación el Amorebieta?
—En su momento, no recuerdo bien si fue sobre el mes de noviembre, hablé con Asier (Goiria), pero fue una toma de contacto para conocer mi situación, nada más. No se dio y lo del Zaragoza se hizo muy rápido ya al final.
Ha firmado con el club maño hasta 2025. ¿Era lo que quería y necesitaba?
—Cualquier jugador necesita estabilidad y con un contrato largo, lo tienes. Notas, además, la confianza que tiene en ti el club y en ese sentido sí era algo que necesitaba.
¿Sigue pendiente del Athletic?
—Sí, porque tengo muchos amigos allí y el Athletic es el club de mi vida. Intento verlos siempre que no coincide con mis partidos.
¿Cómo valoraría la temporada de los rojiblancos?
—Creo que en general está siendo buena. En momentos puntuales quizás no han tenido esa pizca de acierto que hace falta para llevarse los partidos y por eso les faltan esos puntitos para estar en los puestos europeos, pero lo van a pelear seguro.
No estaría mal verlo en San Mamés con el Zaragoza en partido de liga.
—Ojalá. Sería un sueño para mí y buena señal para todos jugar otra vez en San Mamés con la camiseta del Zaragoza.
"Para un delantero siempre es importante hacer goles, así que me gustaría hacerlos cuanto antes, pero sin obsesionarme"
"Sabemos cómo compite el Amorebieta y si salimos relajados al campo, somos conscientes de lo que nos va a pasar"