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“Said perdió la esperanza de ser contratado”

Una familia marroquí con residencia en Gipuzkoa describe las consecuencias del compás de espera de la resolución de trámites en Extranjería
Familia de origen marroquí copia

La espera no sale gratis para las personas de origen extracomunitario que aguardan en Gipuzkoa la resolución de su trámite en la oficina de extranjería. “Said perdió la esperanza de ser contratado”. Es Rabab Abatouy, su mujer, quien habla. Esta familia marroquí con residencia en Gipuzkoa supo el año pasado de los trabajos forestales que ofertaba una empresa. “Se animó mucho Said, pero la espera mínima en la oficina era de tres meses, y esta firma necesitaba una incorporación inmediata”, lamenta Abatouy, quien asegura haberlo “intentado todo” para aprovechar una oportunidad laboral que finalmente se acabó esfumando.

Por lo general, según indica Abatouy, se suelen firmar convenios de prácticas que permiten comenzar a trabajar en la empresa, a la espera de que se resuelva el trámite en Extranjería. La oferta de empleo que llegó a oídos de Said era para un sector, el forestal, en el que “el trabajo es duro y estás expuesto a cualquier eventualidad”, por lo que la familia marroquí sabe que es “imprescindible” la protección que otorga el sistema de la Seguridad Social.

“Intentamos que mientras se resolvía la tramitación le hicieran un contrabajo de prácticas, pero nos dijeron que solo se les hacía a solicitantes con papeles”, revela la mujer. Empresas consultadas señalan que “lo que no podemos es pagar la Seguridad Social de personas indocumentadas. ¿Qué hacemos después de cuatro meses de prácticas, después de formarles, si al final esa tramitación es desfavorable?”, plantean.

Ofertas de empleo que decaen

Es uno de los problemas para quienes solicitan la autorización de residencia y trabajo para regularizar su situación a través del arraigo social que contempla la ley. “Si el empleador ofrece un precontrato, quiere esa persona extranjera empiece a trabajar cuanto antes. Si tiene que esperar cinco meses a que se regularice la situación, en muchas ocasiones, esa oferta de empleo decae”, explica Mikel Mazkiaran, secretario general de la federación estatal de SOS Racismo.

La reforma del reglamento de la Ley Orgánica de Extranjería contempla crear una unidad central de oficinas que, según indica el letrado, sigue pendiente de desarrollo normativo, por lo que la situación “a fecha de hoy es de atasco, y también de inaccesibilidad”.

A este respecto, SOS Racismo denuncia que, “a diferencia de lo que ocurre en otros territorios”, en Gipuzkoa “no contestan al teléfono en la oficina. La única comunicación es a través del e-mail, y tampoco contestan al e-mail, y aquí ya entramos en el terreno de los derechos. La ciudadanía tiene derecho a relacionarse con la Administración, y la relación con la oficina de Extranjería en Gipuzkoa no existe”, asegura Mazkiaran.

“El guardia civil de la entrada es el que informa al ciudadano de que tiene que pedir una cita, de que no puede acceder a la oficina. Es el que atiende a los problemas de la ciudadanía, algo que resulta un poco surrealista”, opina el abogado.

28/09/2022