Saioa Pérez (@elcasorosa): "Me siento más viva que nunca gracias al cáncer de mama"

La vida de Saioa Pérez dio un vuelco de 180 grados en mayo de 2021. Tras varias citas y pruebas médicas, esta bilbaína de 35 años recibía el diagnóstico que explicaba el dolor que lleva sintiendo en el pecho desde hacía meses: cáncer de mama. Fue entonces cuando empezó un largo camino de tratamientos en el que también ha evolucionado personalmente y, en cierto sentido, se ha redescubierto a sí misma. En el Día Mundial de Lucha contra el Cáncer de Mama hablamos con ella de los tabúes que envuelven esta enfermedad y de cómo trata de romperlos utilizando las redes sociales.

La clave, un diagnóstico precoz

No siempre se manifiesta a través de bultos y no todos los bultos son cáncer, pero así empezó el caso de Saioa. Se encontró uno en el pecho en agosto de 2020 y, aprovechando unas vacaciones en Bilbao -ella reside en Suiza-, fue al médico. El diagnóstico correcto se retrasó durante meses por una negligencia: "Me hicieron una biopsia pero se hizo mal, tenía sangre en la muestra y no era válida. En vez de informarme de que se había hecho mal, me dijeron que me hiciera un control un año después".

Los meses pasaban y el dolor en el pecho seguía, por lo que se realizó un nuevo examen médico en Ginebra, ciudad donde reside: "Tuve que esperar un mes para acudir. Quería tener una segunda opinión. La ginecóloga vio las imágenes de la 'eco' de Bilbao y me dijo que todo parecía normal. Yo insistí para que me hicieran la biopsia y me encontraron el cáncer".

¿Qué hay después de un diagnóstico de cáncer?

Desde un primer momento tras el diagnóstico, Saioa tuvo claro que quería informar a la sociedad de todo lo que implica pasar por esta enfermedad: "Antes de tenerlo yo conocía muy poco y no todo lo que sabía era correcto". Insiste en que queda mucho trabajo por hacer y hay que romper ideas erróneas: "Yo iba a tener ese cáncer que dicen 'bueno' y que sólo iba a necesitar operar, radioterapia y pastillas". Un análisis del tumor reveló una carga muy alta de HER2, una proteína que lleva asociado un alto riesgo de desarrollar metástasis: "Los tratamientos que he completado son la operación, quimioterapia, inmunoterapia, radioterapia y ahora estoy en la hormonoterapia, que durará de 7 a 10 años".

El de mama, explica, es un cáncer muy emocional que se vive con mucha soledad: "Todo el mundo está encima de ti durante la quimioterapia, porque es lo que sabemos a día de hoy que tiene un cáncer, que te dan quimio y te quedas calvo. Pero, una vez terminas la 'quimio', todo el mundo desaparece, pero los tratamientos continúan y puede haber efectos secundarios".

#RevientaElRosa y #LazoBocAbajo

Una enfermedad puede llevarse de muchas maneras y todas son respetables, pero Saioa quiso compartir su experiencia para tratar de generar un cambio en la perspectiva que muchas personas tienen del cáncer.

Lo hace a través de una cuenta de Instagram, @elcasorosa. Ahí es donde ha dado a conocer un vídeo que ha realizado junto a otras 8 mujeres afectadas en el que reivindican que, tras el lazo rosa, hay mucho que cambiar y muchos tabúes que romper: "El rosa representa un lazo y eso no lo vamos a cambiar porque, gracias a ese color, se hace una labor de sensibilización", reconoce, "pero va ligado al 'pinkwashing', hay empresas que utilizan este color para vender productos a mujeres pero ni sensibilizan sobre el cáncer de mama ni destinan dinero a investigación".