El gasto sanitario por habitante de Euskadi volverá a ser el más elevado del Estado español con 2.114 euros, (este año eran 1.997 euros). Salud superará la barrera de los 2.000 euros de gasto por cada vasco y vuelve a liderar la inversion sanitaria per cápita. Supone además un incremento cercano al 25% con respecto a 2019, justo antes de la pandemia. Esto será posible gracias a que Osakidetza, la encargada de prestar atención directa a la ciudadanía, contará con una partida de 3.733 millones de euros.
Pero además, las cuentas de 2023 prevén la incorporación de 919 nuevas plazas para el Servicio Vasco de Salud que hay que añadir a la ampliación de 2.467 puestos aprobada en octubre. Este nuevo incremento situará la plantilla estructural en 31.000 personas.
Los presupuestos de Salud alcanzarán en 2023 los 4.638,9 millones de euros, 257 millones más con respecto al presupuesto de 2022. Se mantiene así el crecimiento constante registrado en los últimos años. En 2022 experimentó una subida del 5,9% respecto a 2021; 4% en 2021 sobre 2020; y 6% en 2020 frente al año anterior.
Se trata, nuevamente, del departamento con mayor dotación económica, en línea con el compromiso del Gobierno Urkullu, que destina tres de cada cuatro euros de sus cuentas a políticas sociales.
Un esfuerzo continuado cuyo objetivo es, en palabras de la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, en el Parlamento, “avanzar hacia una salud sin desigualdades, más cercana y al servicio de las personas, a través del impulso de las políticas públicas relacionadas con la salud y el bienestar”.
La atención sanitaria directa a la ciudadanía es la que concentrará también el año que viene la mayor parte el crecimiento presupuestario. Así, la dotación destinada a Osakidetza vuelve a tomar una línea ascendente, en concreto un 6%, alcanzando la cifra de 3.733 millones de euros.
MÁS PERSONAL ESTABLE
De la cifra total, más de dos tercios (65%) se destinan a personal, cuyo gasto pasa de los 2.264 millones del pasado ejercicio, a los 2.426 millones en 2023.
Y es que, además, del aumento de 2.467 puestos en Osakidetza, aprobado en octubre, en la mayor ampliación de plantilla en los últimos veinte años, las cuentas del próximo año prevén otras 919 plazas que situarían la plantilla estructural en 31.000 personas, tal y como ha adelantado Gotzone Sagardui.
Hay que recordar que 358 de ellas son exclusivas para puestos en Atención Primaria, un foco de especial atención para el departamento de Sagardui, quien ayer aseguró que “la red Primaria es una prioridad desde el principio. Pero cubrir las necesidades de personal no pasan solo por el ámbito presupuestario”, resaltó.
En relación a los conciertos sanitarios, Sagardui indicó también que el gasto con entidades privados o sin ánimo de lucro bajan ligeramente, del 5,25% al 2,20%, por lo que “no hay ni rastro de privatizaciones en Osakidetza”.
117 MILLONES PARA INVERSIONES
El capítulo de nuevas inversiones prevé para el 2023 un montante de 117 millones de euros. Por territorios, en Bizkaia destacan las previstas para las consultas externas del hospital de Basurto y los centros de salud de Bolueta y San Ignacio (Bilbao), y Zalla. Por lo que respecta a Gipuzkoa, los mayores montantes están previstos para la protonterapia y los ambulatorios de Alde Zaharra, Altza y Loiola (Donostia), Tolosaldea, Ordizia, Bergara, Elgoibar y Aretxabaleta.
Asismismo en Araba se contempla la segunda fase del HUA y los centros de salud del Casco Viejo de Vitoria, Laudio y Oion, o la implantación de una nueva ambulancia medicalizada, por lo que este territorio tendrá dos, después de que diferentes sectores políticos hayan reclamado en varias ocasiones más transporte sanitario urgente.