Los drones están de moda. Imágenes aéreas como las del corral de Santo Domingo antes del encierro de San Fermín o la tecnología que permite ver un gol de Messi repetido desde un plano aéreo llegan a las pantallas de televisión para ofrecer imágenes novedosas de acontecimientos conocidos, pero los drones sirven además para facilitar el control policial durante grandes acontecimientos.
Es el caso de San Fermín, una fiesta multitudinaria que multiplica la población de Pamplona del 6 al 14 de julio. Esto supone un reto desde el punto de vista de la seguridad y la Policía Nacional controla también el espacio aéreo y desde el espacio aéreo.
Álvaro es el jefe de Seguridad Aérea de la Policía Nacional en Navarra y explica en declaraciones a Efe como se ha hecho un "dispositivo de protección del espacio aéreo" con radares y dispositivos de escaneo del espacio radioeléctrico.
Detenido por resistencia al pilotar un dron sin autorización por Carlos III
El cuerpo policial tiene dos objetivos, controlar que nadie sin permiso sobrevuele el cielo de Pamplona y controlar las calles desde las alturas. Para ello, tienen "puntos en altura con personal de paisano".
El espacio aéreo de Pamplona se controla desde el aeropuerto, ya que los aviones comerciales pasan por el centro de la ciudad. En esta ocasión lo que se ha hecho ha sido segregar el espacio aéreo. "Debido a la gran aglomeración de personas que se produce en San Fermín hemos solicitado que se segregue el espacio aéreo para que no se produzcan accidentes de caída de drones. De esta manera ningún operador que no sea profesional puede sobrevolar el espacio aéreo de Pamplona hasta 120 metros", asegura Álvaro.
Durante estos Sanfermines, que en enfilan ya su recta final, se han producido cuatro detecciones de drones, dos han sido intervenidos, dos pilotos sancionados y uno fue detenido. Este último era un hombre de 21 años al que se ha acusado de un delito de resistencia y desobediencia después de que se negara a identificarse ante los agentes que le interceptaron volando un dron sin autorización.
La Policía detecta el dron, lanza el suyo para localizar al piloto y se intercepta su trayectoria. "Tenemos una tecnología que permite inutilizar los drones que estén en vuelo. Así el piloto no puede manejar el dron y le hacemos aterrizar en una zona segura. Podríamos tomar el control del dron pero no lo hacemos. La tecnología existe, pero no la usamos así. Lo que hacemos es cortar la trayectoria del dron", explica.
Este es el primer año que se pone en marcha este dispositivo en San Fermín. Se probó el año pasado, sin fiestas, pero el equipo de 15 personas que trabaja en él, es el primer año que lo hace. "Esperábamos más movimiento. Muchas veces por desconocimiento de la gente de las restricciones que hay", reconoce Álvaro.
El equipo está formado por especialistas en Seguridad y Protección Aérea, que conocen bien la normativa y personal de Medios Aéreos, que saben más de pilotaje. "Muchos de los pilotos de drones son operadores de cámara de helicópteros y eso nos asegura la calidad de las imágenes", cuenta.
Imágenes que antes se tomaban desde helicópteros, pero que ahora son los drones los que las toman. Esto permite entrar en calles más estrechas y acercarse más a los objetivos. La Policía Nacional los utiliza para labores de prevención y vigilancia y para acudir a actuaciones concretas. Apoyan y avisan desde el aire de cómo se encuentran las calles en las que agentes de a pie van a intervenir