Donostia ha dado un paso importante hacia la reducción de la contaminación urbana con la aprobación de la ordenanza que regulará la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). El nuevo sistema comenzará en pruebas en diciembre y se aplicarán sanciones desde marzo, tras la ratificación del Pleno municipal en noviembre. El alcalde Eneko Goia ha explicado que el proceso será gradual, extendiéndose hasta 2028, en reconocimiento de las dificultades que enfrentan muchos ciudadanos para cambiar de vehículo.
Durante el periodo de exposición pública, se recibieron 41 alegaciones, de las cuales solo cinco fueron aceptadas total o parcialmente. La ordenanza incluye excepciones para ciertos servicios esenciales, como fisioterapia, que podrán solicitar autorización en la primera fase. En enero, las cámaras de control comenzarán a operar y los infractores recibirán notificaciones informativas durante los primeros dos meses. A partir de marzo, quienes incumplan la normativa se enfrentarán a sanciones.
Para facilitar la adaptación de los ciudadanos, el Ayuntamiento lanzará una campaña informativa que incluye un punto de atención en las oficinas de Udalinfo y una página web. Goia ha justificado la implementación paulatina de la ZBE, dado el bajo porcentaje de vehículos sin etiqueta y las dificultades económicas de muchos donostiarras para renovar su coche.
Además, se ha aprobado la segunda fase del proyecto de ejecución de la marquesina de la Bretxa, con un presupuesto de 494.621 euros, y la sustitución de la barandilla del Paseo de Salamanca, con una inversión de casi un millón de euros. Esta obra también incluye la regeneración del bota olas y la renovación del alumbrado en la zona.